Lo interesante es algo que poco se ha hablado: cómo el sistema estatal se está haciendo cargo de todo lo anterior. Las dificultades, naturalmente, deben existir. Pero en todo caso, hasta ahora, no hay nada que diga o muestre que el sector público no ha podido con esta tarea.
El tipo de sistema de salud para nuestro país ha sido un tema recurrente en todas las discusiones de la alta institucionalidad, durante el último año o más.
Esto, desde los debates en el marco de un nuevo proyecto constitucional, el fallo de la Suprema contra estas y la conocida agenda parlamentaria a raíz de lo anterior. Lo cierto es que mientras estas conversaciones se mantienen, dilatan y cambian, en el día a día del modelo privado han pasado varias cosas. La más notoria es la fuga sostenida de usuarios.
Ahora, cerca de 10 mil personas abandonaron el Sistema de Instituciones de Salud Previsional (Isapres) en la Región del Biobío durante el primer semestre del 2023. Esto según la información entregada por la Superintendencia de Salud.
En base a la Estadística Mensual de Movilidad de Cartera de Cotizantes del Sistema Isapre a Nivel Regional, que elabora la superintendencia, durante enero-junio de este año, el sistema terminó retrocediendo un 8,59% tras llegar a los 102 mil 533 beneficiarios registrados. Lo anterior significa que hubo 9 mil 634 cotizantes menos que en diciembre del año pasado, donde se registraban 112 mil 167 personas.
Para graficar la actual crisis que atraviesan las empresas previsionales de salud, durante todo el 2022, 10 mil 833 cotizantes abandonaron su isapre en la Región. A su vez, en un análisis anual, desde junio de 2022 a junio de 2023, se documentó la salida de 17 mil 213 beneficiarios del sistema en el Biobío.
A través de la Asociación de Isapres, aseguran que la única variable medible asociada a la variación de afiliados a isapres corresponde a la deteriorada situación económica que afecta al país, con el empeoramiento de los indicadores que más fuertemente impactan la situación financiera de las familias, como el desempleo y el índice de remuneraciones.
Asimismo, la asociación agregó que las crisis económicas tienen espejo en la cantidad de afiliados en las isapres. A la vez, asevera que la recuperación de los indicadores económicos va a la par con la cantidad de personas en el sistema, por ende, una vez que se recupere la economía, esperan que lo mismo ocurra con la cantidad de afiliados en el sistema.
Lo interesante es algo que poco se ha hablado: cómo el sistema estatal se está haciendo cargo de todo lo anterior. Las dificultades, naturalmente, deben existir. Pero en todo caso, hasta ahora, no hay nada que diga o muestre que el sector público no ha podido con esta tarea.