El Puente Bicentenario es sinónimo no solo de conectividad sino que también de un largo historial sobre nuevos plazos, atrasos y anuncios en materia de infraestructura pública.
El Puente Bicentenario es sinónimo no solo de conectividad sino que también de un largo historial sobre nuevos plazos, atrasos y anuncios en materia de infraestructura pública.
Es que es hace más de una década, y tras el terremoto del 27/F surgió la necesidad de contar con este nuevo viaducto sobre el Río Biobío.
Sin embargo, y como es de conocimiento de todos ya han sido nueve, sí, nueve las ministras y ministros de Obras Públicas los que han tenido que ver con alguna de las etapas de adjudicación y ejecución del aún incompleto Puente Bicentenario Patricio Aylwin que une Concepción y San Pedro de la Paz.
La construcción de la infraestructura ha significado una cuantiosa inversión para el Estado. Hasta ahora, han sido tres las licitaciones realizadas y ad portas queda una cuarta que se espera sea la última y permita completar el tramo que falta.
Serán 33 mil millones de pesos los que el MOP invertirá para terminar el puente y conectar el tramo oriente con avenida Chacabuco. 24 son los meses que se necesitarán para completar los trabajos.
La seremi de Obras Públicas ha trabajado para poder -tras la quiebra de la empresa Claro Vicuña Valenzuela que debió haber sido la que finalizará el viaducto- generar los procesos administrativos de cierre y avanzar hacia la selección, vía trato directo, de la constructora que deberá cerrar este proceso.
“Durante las próximas semanas esperamos tener noticias positivas, aportando a solucionar la problemática que tenemos hoy con la congestión”, señalaba en marzo pasado el titular del MOP en la región, Hugo Cautivo.
A los 33 mil millones de pesos de este último tramo hay que sumar los 36 mil millones de pesos originales asignados en 2013 -equivalentes a 57 mil millones de pesos en la actualidad-para construir el viaducto, que en realidad son dos, porque esa es una de las singularidades que tiene, pues se trata de dos estructuras separadas, que se construyeron de manera separada y que tienen diez los metros de distancia aproximadamente entre ambas estructuras.
Esta cuarta licitación debe ser la definitiva. Pues es una cuestión necesaria para el buen funcionamiento de la ciudad, pero sobre todo para la buena salud del aparato estatal y sus proyectos.