La Ley Marco de Cambio Climático, el Acuerdo de Escazú y la reforma al código de aguas aparecen como proyectos concretos para avanzar en el cuidado del medio ambiente.
Ayer se conmemoró un nuevo Día Internacional de la Tierra. Una fecha que tiene su origen en la década de los sesenta, pero la ONU lo implantó oficialmente en 2009 a través de la Asamblea General mediante una resolución firmada. El objetivo de implantar esta celebración es destacar el valor de la Tierra y sus ecosistemas como el hogar común de la humanidad, así como la necesidad de protegerla para mejorar los medios de vida de las personas, contrarrestar el cambio climático y detener el colapso de la biodiversidad.
El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta.
En Chile, varias son las medidas que se han tomado para avanzar en ese camino de protección. La Ley Marco de Cambio Climático, el Acuerdo de Escazú, la reforma al código de aguas, son algunas de ellas.
Además, entre los principales retos que pueden apoyar esta labor está también trabajar en una reforma a la ley sobre bases generales del medio ambiente, siendo el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental un punto clave. De igual forma, es relevante continuar avanzando hacia la descarbonización de la matriz energética y hacer frente a problemas que requieren soluciones urgentes, como la deforestación.
En la misma línea, la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, afirmó en una reciente entrevista que el mundo privado debe tener un papel importante, destacando que las inversiones en el planeta deben ser soluciones basadas en la naturaleza, sin degradar el entorno, apoyando la estrategia para enfrentar la crisis climática. En ese sentido, la promulgada Ley Marco de Cambio Climático, impulsada por el gobierno a fines de 2022, tiene como propósito una agenda hacia el 2050 donde el país transite completamente hacia el carbono neutral.
Más allá de lo que realicen las autoridades, también son fundamentales los esfuerzos que la ciudadanía haga en temas como el reciclaje y la preservación de espacios naturales limpios, sin basura. E tarea de todos cuidar el planeta y entender que los recursos naturales no son inagotables y se deben conservar correctamente.