Este nuevo hito legislativo abre espacio para un momento de unidad y de esperanza sobre el bienestar de la población y un impulso económico con una actividad productiva que debería verse reforzada.
Pocas veces se ve al Congreso Nacional opinando y votando sin mayores diferencias, ni distancia entre sectores políticos y bancadas. Pocas veces se ve al mundo empresarial y al sindical compartiendo una misma mirada frente a temas de alta relevancia para el país. El proyecto de Ley de 40 Horas lo logró.
Claro que el logró es reciente. Hay que remontarse a seis años atrás cuando recién se puso la idea sobre la mesa por la entonces diputada y actual ministra, Camila Vallejo; junto a su par y todavía parlamentaria, Karol Cariola. En ese momento hubo resistencia inmediata por parte de muchos sectores que hoy aplauden el resultado, uno que ha recibido todos los rótulos relacionados que así avanzan los países desarrollados, que de esta forma Chile se ajusta a los nuevos tiempos de este mundo que ejecuta y observa todo tipo de procesos de manera mucho más rápida.
A la espera de la firma de promulgación, del Presidente Gabriel Boric, y la correspondiente publicación en el Diario Oficial quedó este proyecto de ley sobre la reducción laboral de 45 a 40 horas, la que ahora será normativa tras la aprobación de la Cámara de Diputadas y Diputados, en su último trámite legislativo.
Desde el mundo empresarial, Álvaro Ananías, presidente de la Cámara de la Producción y del Comercio Biobío (CPC), dijo que “nos parece bien avanzar en medidas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y trabajadores de Chile, pero también el cuidar los empleos, y eso significa mantener la competitividad. Nos parece que la medida de pasar de 45 a 40 horas debe tener controles sobre la productividad”.
Mientras que la diputada Candelaria Acevedo (PC) sostuvo que esto “aplicará para todos los tipos de jornadas que se contemplan en el Código del Trabajo, vale decir ordinaria, especiales como a las trabajadoras de casas particulares, y excepcionales como quienes se desempeñan en la minería”.
En medio de la contingencia país, al parecer, este nuevo hito legislativo abre espacio para un momento de unidad y de esperanza sobre el bienestar de la población y un impulso económico con una actividad productiva que debería verse reforzada, como resultado final de una cadena que comienza por trabajadoras y trabajadores más satisfechos con su tiempo libre.
Es tiempo de mejores noticias. Es tiempo de unidad