Festival o emergencia: prioridades en la agenda

23 de Febrero 2023 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Fotografía: Raphael Sierra

Una vez que termine el Festival de forma inmediata sus efectos se detendrán ahí. No así con los incendios, donde el dolor de las víctimas y las tareas de reconstrucción serán de largo plazo.

La variación de la agenda pública y mediática es normal. El grado de importancia, frecuencia y repetición de ciertos temas es parte de la dinámica detrás de todo esto.

Si hace algunos meses el foco estaba en el plebiscito de salida, en la final del Mundial de Fútbol, o en la situación del Puente Ferroviario – en el ámbito local- desde inicios de febrero es que son los incendios forestales los que han concentrado la agenda.

Esto se ve en las prioridades del Gobierno, municipios, gremios, privados, y por supuesto en los medios de comunicación.

Si las imágenes del fuego destruyendo espacios de monocultivos y campos de cosecha rebasaron los noticieros en los últimos días, eso poco a poco ha ido perdiendo algo de fuerza. No totalmente, pero sí en algún grado.

Es que en pocas horas el giro de la tragedia se trasladó a las luces, colores, pirotécnia y alfombra roja del Festival de Viña. Un evento de tintes internacionales, que al final de cuentas, logra ubicar a nuestro país ante los ojos del mundo por medio de la cultura del espectáculo y todo lo que eso significa: peinados perfectos, bailes totalmente sincronizados y artistas de alto reconocimiento en distintos públicos e incluso con distintos años de trayectoria. Ante aquello nada malo.

Lo que sí es preocupante es que el Festival termine acaparando la total atención y protagonismo de la agenda.

Es que hay que recordar y tener total certeza que la emergencia continúa en la zona centro-sur del país. Un contexto donde las consecuencias ya son gigantes y donde a este paso el fuego seguirá afectando la cotidianidad de las comunidades.

No hay que dejar a un lado, por ejemplo, que solo en la Región del Biobío durante toda la temporada se contabilizaban 205 mil 834 hectáreas consumidas.

A eso hay que sumar las cientos de casas y galpones detruidos, miles de cabezas de ganado afectadas, el estado de la calidad del aire y sus consecuencias todavía vigentes en enfermedades respiratorias, etc.

A que se quiere llegar con todo esto: que una vez que termine el Festival de forma inmediata sus efectos se detendrán ahí. No así con los incendios, donde el dolor de las víctimas y las tareas de reconstrucción serán de largo plazo.

Por eso es importante que las luces del Festival no terminen tapando una emergencia que duele mucho.