Ayer el ministro de Obras Públicas y enlace presidencia para la emergencia, Juan Carlos García, y la delegada presidencial, Daniela Dresdner, concurrieron a la Comandancia del Cuerpo de Bomberos de Concepción para saludar a quienes son parte de la institución, por el esfuerzo desplegado en esta compleja temporada de incendios forestales. Un tema no menor considerando que los integrantes de la institución son voluntarios.
Son cerca de 5 mil bomberos y bomberas, mil 200 provenientes de otras regiones del país, los que se han desplegado en los territorios afectados por el avance del fuego y que se han sumado al trabajo de brigadistas de Conaf. Pero más allá del mérito de los hombres y mujeres que forman parte de la institución, que es gigante, el saludo de las autoridades hace recordar que también son cientos, quizás miles, las personas que han contribuido en esta emergencia que ayer cumplió 11 días.
En estas mismas páginas hemos contado algunas historias humanas que conmueven. Como el caso de René Martínez, quien junto a su esposa, aún pasando por una serie de dificultades económicas, no dudó en regalar 50 pares de zapatos nuevos a niños, niñas y adolescentes de Santa Juan.
También están los casos de familias desinteresadas que, poniendo al frente su herramienta de trabajo, como son sus carros de comida o Food Truck, han estado en recónditos lugares de la Región, para alimentar a brigadistas, voluntarios y familias que perdieron todo.
Qué decir de jóvenes estudiantes universitarios que han aportado con su conocimiento y trabajo a levantar la alicaída moral de quienes presos de cansancio, luchan para no decaer y seguir luchando contra el fuego. Ahí están los jóvenes del movimiento Scout o voluntarios de Techo, ordenando toda la ayuda que llega hasta el gimnasio de Arturo Fernández Vial. Todo, por cierto, interrumpiendo vacaciones y con un solo objetivo: ayudar.
Ayer las autoridades, en su reunión con Bomberos, reconocían que después de la emergencia, una vez que esta haya concluido, habrá que sacar lecciones de lo acontecido y modernizar ciertas considerando que los tiempos y condiciones climatológicas han cambiado. Pero, además, una importante lección que dejará este incendio, es que todo puede ser mucho mejor cuando la empatía deja de ser un concepto y se empieza a practicar .