Un proyecto que a primera vista se ve robusto, y que por lo mismo no puede tener margen de error. Es que la coyuntura así lo amerita, y esta vez todos los actores políticos deben apostar a su concreción.
Hace una semana que el fuego no da señales de retirada, en la Región del Biobío. Pasan los días y es increíble cómo se mantiene el poder de destrucción de los incendios forestales que ya han generado la muerte de personas, destrucción de miles de hectáreas, entre otras consecuencias.
Ya estando en curso el plan de combate a la emergencia ahora corresponde la fase de contención y ayuda social.
Lo primero que se ha observado es el despliegue en terreno de entidades públicas y gremiales para la realización de catastros. Esto para tener información acabada sobre los daños y urgencias a canalizar; además del inicio de entrega de forraje y alimento animal para familias campesinas.
Ahora, el Gobierno por medio de ministros y ministras, y del propio Presidente, Gabriel Boric, confirmó que este 13 de febrero comenzará el pago del Bono de Recuperación, el que entregará $1 millón 500 mil por grupo familiar afectado por los siniestros.
“La transferencia de los recursos va a ser directa para quienes posean cuenta de Banco Estado y para quienes no tengan, podrán efectuar el cobro disponible a través de las cajas. Esto irá acompañado de una serie de operativos para reponer las tarjetas bancarias y las cédulas de identidad y asegurar que todos puedan acceder a los recursos”, explicó Boric en su visita a Santa Juana, agregando que esta ayuda es de libre uso para los beneficiarios, recordando que esto se hará en base a la Ficha Básica de Emergencia (FIBE).
En rigor, esto responde al Plan de Recuperación y Ayudas Tempranas que creó el Ejecutivo y que cuenta con una inversión de $35 mil millones para 13 medidas, y donde la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, dijo que “el equipo de Equipo de Recuperación y Ayudas Tempranas de Gobierno se conformó el domingo justamente para poder responder lo antes posible en materia de distintos tipos de ayudas y beneficios y acompañamiento a la comunidad afectada y también a los municipios afectados por los incendios”.
En síntesis, un proyecto que a primera vista se ve robusto, y que por lo mismo no puede tener margen de error. Es que la coyuntura así lo amerita, y esta vez todos los actores políticos deben apostar a su concreción.