Sería justo poder entregar garantías mínimas para aquellos que entregaron todo su conocimiento, vocación y compromiso en los momentos más difíciles de la crisis.
Hasta marzo de 2023 se extendió la alerta sanitaria por Covid-19. Así lo confirmó el Ministerio de Salud, argumentando, a través de la titular de la cartera, Ximena Aguilar, que “la medida se adopta de manera preventiva debido a la incertidumbre del escenario epidemiológico que presenta China en este momento”.
Vale recordar que en el caso de nuestro país, esta condición fue instaurada en el país en febrero de 2020. Esto trajo una serie de medidas, hitos, episodios y determinaciones. Desde confinamientos y burbujas sanitarias con ciudades que literalmente quedaron cerradas, hasta el reordenamiento de los recursos técnicos y humanos del aparato sanitario.
En este último punto destaca el aumento de personal. Uno que muchas veces, a lo largo de estos dos años, vio que con el fin de esta alerta también llegaría el fin de sus labores.
El seremi de Salud, Eduardo Barra, afirmó que “la discusión es cómo se define la estrategia de 2023. Hemos estado conversando y definiendo cómo cada región va enfrentando la situación del próximo año de acuerdo a sus características”.
Y en esta línea, la permanencia de trabajadores y trabajadoras contratados en el marco de la alerta sanitaria es una de las principales preocupaciones. En la Región, informó Barra, serían cerca de mil funcionarios en esta condición; contratados por código del trabajo y honorarios en los servicios de salud, hospitales y cesfam de la zona.
“La lógica indica que muchos de esos trabajadores han venido a suplir brechas de personal. Este es uno de los planteamientos que hemos tenido del nivel nacional, sobre cómo no descuidamos el poder cerrar las brechas de personal, y aprovechar esta instancia para, sobre la base de lo que nos permita el Ministerio de Hacienda, suplir esas necesidades del sistema sanitario”, manifestó Barra.
El objetivo, agregó, “es poder mantener al menos un porcentaje de los trabajadores. Queremos que se pueda conservar un importante contingente para enfrentar la pandemia. Pero para eso, veamos lo que nos plantea la autoridad”.
En este sentido, sería justo poder entregar garantías mínimas para aquellos que entregaron todo su conocimiento, vocación y compromiso en los momentos más difíciles de la crisis. Un reconocimiento extremadamente práctico, ya que es con herramientas laborales la forma en que la gente puede abordar el día a día, más que con medallas o diplomas de reconocimiento.