Tener un transporte de calidad, en beneficio de los habitantes de la Región, más considerando los mucho que cuesta concretar iniciativas de infraestructura de relevancia en los territorios.
No pasó mucho tiempo desde recientes visitas ministeriales, para que surgieran dudas sobre la concreción de anheladas iniciativas en el Gran Concepción. Nos referimos a la extensión del Biotrén a Penco y, por qué no decirlo, a Tomé.
Repasemos. El pasado martes 25 de octubre coincidieron en Concepción, los ministros de Transporte y Obras Públicas para realizar una serie de anuncios en compañía de autoridades regionales y locales. A saber: la rebaja en el precio del peaje de la Ruta de la Itata, a partir de julio de 2023 (“el más caro de Chile”, como se dijo); y la pronta licitación de un sistema de corredores viales para el transporte público, incluyendo 200 buses eléctricos, todo por un monto de US$450 millones.
Sobre lo último, el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, manifestó: “lo que hoy se ha hecho, es un ejemplo de cómo las autoridades locales y regionales pueden liderar proyectos y sumarlos al programa del gobierno central, para mirar hacia el futuro. Con una inversión total de US$ 450 millones, le estamos diciendo a la gente del Gran Concepción, que va a tener mejores condiciones de movilidad, y que la infraestructura está al servicio de la calidad de vida de las personas”.
Pero precisamente esta ambiciosa iniciativa genera sentimientos encontrados en autoridades locales, que temen que el eventual avance del proyecto de pistas ‘Sólo Buses’, en el camino que une Concepción y Penco, impida concretar la extensión del Biotrén. Así lo ha manifestado públicamente el alcalde Víctor Hugo Figueroa.
“Si hay muy buen transporte público, y hablemos de buses eléctricos, la gran mayoría va a utilizar los buses. ¿Dónde te va a dejar el Biotrén? Te puede dejar en calle Mackenna o en Avenida Prat. En cambio, la micro lo hace en el centro de Concepción (…). Tengo cierta duda de que con los 50 mil habitantes que viven en Penco vayan a dar la rentabilidad necesaria para que el Biotrén pueda tener una frecuencia razonable. Soy de los que cree que incorporando a Tomé, los 55 mil habitantes, podemos generar un público que permita rentabilizar”, dijo el alcalde.
Se trata de una particular “coincidencia” que debe ser evaluada por las autoridades correspondientes, más aún considerando lo que mucho que cuesta concretar iniciativas de infraestructura de relevancia en los territorios. Tener un transporte de calidad, en beneficio de los habitantes de la Región, debe ser la prioridad.