Por años se cuestionó la relación precio-calidad de una carretera que, de forma constante, ha sido escenario de accidentes de tránsito y otros problemas de seguridad.
Durante años la Ruta del Itata generó molestia entre los usuarios por el alto costo de su peaje. De hecho, actualmente, es el más caro del país. Sin embargo, eso comenzará a quedar atrás, de acuerdo a los anuncios oficiales por parte del Poder Ejecutivo.
Es que el propio ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, en su visita a Concepción, confirmó que a partir de julio de 2023 el peaje de Agua Amarilla, que se emplaza en la carretera Chillán-Concepción tendrá una rebaja de alta consideración. La idea es que de los $4.710 vigentes, el costo sea equivalente al de la ruta de Concepción – Cabrero, que bordea los $2.900.
“De aquí al próximo año congelamos el peaje, que tenía que haber subido y decidimos no subirlo, todo lo contrario, lo mantuvimos. Y un peaje que tenía la posibilidad de rebajarse recién el 2024, hemos decidido adelantarlo para el año 2023”, dijo el ministro de Obras Públicas, quien además anunció que se incorporará el sistema de telepeajes, tecnología que según García permitirá que los conductores paguen solo el tramo recorrido y se materializarán obras en materia de seguridad. “Lo que no se ha dicho es que esta rebaja obedece a que había un contrato por 25 años, que se cumple en julio del 2023.
Por tanto, esto no se hizo antes porque había un con trato que fijaba un valor. Al vencer este contrato significa que se hace una nueva relicitación, es más se podría haber pensado que esto podría quedar gratuito, porque la obra ya está pagada con estos 25 años de peaje, pero lo que ocurre es que esta vía tiene problemas graves de seguridad”, destacó el alcalde de Penco, Víctor Figueroa.
Mientras que Freddy Martínez, presidente Asoducam Biobío y representante la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros (Fedecam Centro Sur) solicitó que la rebaja que comenzará a regir desde julio del 2023, se implemente a la brevedad Esto es una noticia alentadora para los usuarios y habitantes de los sectores adjuntos. Es que por años se cuestionó la relación precio-calidad de una carretera que, de forma constante, ha sido escenario de accidentes de tránsito y otros problemas de seguridad que a todas luces no se condicen con el precio de su peaje.
Ahora solo resta que el anuncio se cumpla y ejecute finalmente y no quede en el espacio de los anuncios.