Editorial

Plan ProEmpleo Regional: ejemplo de trabajo conjunto

Ahora solo resta que el poder central dé pie al programa. Uno que no pone sobre la mesa un mero listado de sugerencias, sino que propuestas serias.

Por: Editorial Diario Concepción 14 de Octubre 2022
Fotografía: Contexto

Durante la próxima semana el Plan ProEmpleo Regional debería pasar a aprobación por parte de la mesa detrás de este proyecto.

Un plan local para hacer frente a la situación económica y del mercado donde el sector público, academia, la empresa privada y los sindicatos, como pocas veces, se encuentran en total sintonía confeccionando una propuesta, de estas características, hecha desde regiones para el poder central, específicamente ante el Ministerio del Trabajo y Previsión Social.

Tras meses de labor conjunta el documento del Plan ProEmpleo ahora pasa por su última etapa de elaboración. Como lo adelantó Iván Valenzuela, jefe de División y Fomento del Gobierno Regional del Biobío, “tenemos una reunión programada para la próxima semana para revisar el informe final. Desde ahí vamos a definir la fecha para la entrega oficial del documento que cuenta con los objetivos y el plan de trabajo”.

El plan propone soluciones a las nuevas condiciones del mercado laboral de nuestra Región. En rigor, la iniciativa busca cómo financiar una serie de acciones para prevenir la pérdida de empleos, y mejorar la inserción.

Si desde la CPC el diagnóstico previo es la detección de ciertos sectores productivos que entregan más oportunidades laborales, por ejemplo, los servicios sociales y personales, el comercio, la industria manufacturera y la construcción, además del agro en temporada de cosechas; desde la CUT la lectura trata de que la idea, del plan, es propiciar el cambio de trabajo o la obtención de un trabajo nuevo para quienes están cesantes y además, dar la posibilidad a las personas de poder aumentar sus remuneraciones a través de capacitaciones entregadas por las universidades e Infocap.

Un claro registro de una labor de desafíos y alcances mayores, que llega a dar respuesta a una coyuntura no solamente local, sino que nacional, y que siguiendo una de las primeras ideas de este texto, viene a demostrar que cuando existen las voluntades de unión, los actores locales pueden levantar grandes proyectos de carácter regionalista.

Ahora solo resta que el poder central dé pie al programa. Uno que no pone sobre la mesa un mero listado de sugerencias, sino que propuestas serias y ejemplo de cómo se pueden levantar soluciones desde los propios territorios, lejos de la capital.

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