La remodelación para la capital pesquera del país

Una idea ambiciosa y que va en total sintonía con el perfil e identidad de la Región. Una que sustenta gran parte de su actividad productiva en el mar

Las variadas movilizaciones de pescadores que se han registrado durante los últimos años en nuestra zona acuñaron un término clave en voz de los mismos trabajadores y trabajadoras del mar: el Biobío es la capital pesquera del país.

Una expresión que proviene y se repite por parte de los mismos protagonistas de las faenas de la costa a propósito de la variada actividad de extracción, puertos, trabajos directos e indirectos, etc, alrededor del Pacífico.

Por esto no es menor el plan de remodelación del borde costero por parte del Ministerio de Obras Públicas (MOP). Un proyecto que implica una inversión de $15 mil 600 millones desarrollado por la Dirección de Obras Portuarias; y que incluyen labores en Coronel, Lota, Penco, Tomé y Talcahuano, por nombrar algunas comunas.

Esto apuesta a contribuir no sólo a la actividad pesquera, sino también al turismo y al desarrollo del área gastronómica en cada zona intervenida.

Hugo Arancibia, presidente regional de la Federación de Pescadores Artesanales del Biobío (Ferepa), aseveró que por años han trabajado con la Dirección de Obras Portuarias (DOP) para generar medidas que impulsen la pesca artesanal.

“El viernes la DOH nos presentó el diseño de Arauco, que consiste básicamente en una caleta de pescadores artesanales, una caleta modelo (…) que no sólo va a colaborar con la labor de pesca, sino también con el ecoturismo y la gastronomía, que son los tres pilares que implicarían estos trabajos”, dijo el dirigente pesquero.

Arancibia agregó que las tareas de conservación que se está realizando en caletas de Penco y Tomé – que contemplan una inversión de $624 millones- son primordiales para continuar realizando las labores artesanales, pues muchas deben adecuar su infraestructura para cumplir con las normas de exportación y otras como El Morro (Talcahuano), que presentan un evidente retraso, requieren una caleta de apoyo para varar embarcaciones, contar con boxes para repararlas, baños, entre otras mejoras.

Una idea ambiciosa y que va en total sintonía con el perfil e identidad de la Región. Una que sustenta gran parte de su actividad productiva en el mar.

Así una vez más la costa y los habitantes del Biobío conversan en vista de los avances necesarios para el desarrollo de la sociedad civil.