Comercio minorista: tareas para fin de año

Deben estar las condiciones necesarias (...) por parte de las autoridades, y esto tiene que ver con una buena infraestructura vial, seguridad, y por supuesto un escenario económico estable para el mercado como para la población.

Las ventas del comercio minorista de la Región del Biobío, solo en el periodo de enero a julio de este año, registraron una diferencia mayor de un 17% en comparación a todo el 2019, momento antes de la pandemia, según datos del Informe del Índice Real de Ventas del Comercio Minorista de la Cámara Nacional de Comercio.

Una buena noticia para esta actividad comercial, que durante el tiempo más delicado de la crisis del Covid19, tuvo que saber reinventarse en un contexto marcado por la carencia de público presencial y la potente aparición de la compra y venta mediante plataformas digitales, con despacho a domicilio. Todo un desafío con poco tiempo para la adaptación.

Además, al cotejar el comportamiento entre todo el 2019 y 2020 el comercio local presentó una contracción de un 4,3%. Posteriormente, en el año 2021, el mercado del Biobío presentó un aumento de un 29,3% en comparación al mismo periodo pre pandémico.

Sin embargo, si bien las cifras sostenidas en el tiempo generan un panorama ideal, de acuerdo a los dirigentes del rubro esto viene decayendo en las últimas semanas.

“Desde Fiestas Patrias, el panorama ha cambiado rotundamente. Esto se nota en la fuerte desaceleración económica local. En definitiva, en el último mes se ha marcado la tendencia a la baja de forma notable”, advirtió Juan Antonio Señor, presidente de la Federación regional de Cámaras de Comercio y Turismo (Fecomtur).

Por su parte, Sara Cepeda, presidenta de la Cámara de Comercio Servicios y Turismo Concepción, dijo que “nosotros en la Región estamos en caída en relación al comercio detallista en los últimos meses. Estamos con las ventas bajas y septiembre fue un desastre en el sentido de que han comenzado a disminuir las ventas en casi un 20% en relación al 2019”.

¿Pero qué queda ahora? Esperar que la capacidad para reinventarse, ya comentada, salga nuevamente a flote en vista de los últimos meses del año, siempre marcados por las compras festivas como las de pascua y año nuevo.

Pero no solo eso. También deben estar las condiciones necesarias para generar un buen espacio de oferta y demanda, por parte de las autoridades, y esto tiene que ver con una buena infraestructura vial, seguridad, y por supuesto un escenario económico estable para el mercado como para la población.