Editorial

Reciclaje y las nuevas generaciones

Tienen la capacidad de persuadir a aquellos adultos que, pese a todo lo ocurrido, todavía pueden seguir dudando o bien rechazando evidencias tan claras como el cambio climático.

Por: Editorial Diario Concepción 28 de Agosto 2022
Fotografía: Municipalidad de Concepción.

El reciclaje y otras formas para abordar la crisis ambiental se han transformado en uno de los te- mas más relevantes de la última década. Esto no solo a nivel local, sino que en todo el mundo.

Cuando la alta producción y consumo llegaron a tope, en todos los rincones del planeta, recién la sociedad internacional sintió el peso de la responsabilidad compartida frente al estado actual del medio ambiente. Aire, calidad de la tierra y mar están bajo la luz de alerta y nos llaman a tomar cartas en el asunto.

Dentro de los próximos días, en el marco de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), ahora es el turno de la gestión de los residuos plásticos por parte de las empresas.

Tal como lo ha informado Diario Concepción, a partir de este próximo mes las compañías de la Región del Biobío que producen o importan más de 300 kilos de envases y embalajes de plástico al año, deberán reciclar el 4,2% de los residuos derivados de los procesos de producción. Un normativa que podría extenderse a otros despojos como los orgánicos. Si bien todo lo anterior puede aparentar algo ya instalado en la agenda pública, lo interesante es el cambio generacional en cuanto a la capacidad de dimensionar la importancia del cuidado del medio ambiente.

Mientras el segmento más adulto comienza a entender el resguardo del entorno, recién en este minuto, son las generaciones más jóvenes las que traen arraigada la cultura de la custodia del planeta.

Son estas nuevas generaciones las que han tomado las banderas de la enseñanza ambiental. Lo hacen des- de los espacios de la escuela, del hogar, del día a día. Lo realizan con un conocimiento y convicción que asombra y, a su vez, tienen la capacidad de persuadir a aquellos adultos que, pese a todo lo ocurrido, toda- vía pueden seguir dudando o bien rechazando evidencias tan claras como el cambio climático o cualquier otro evento que demuestra el mal estado de la tierra.

Si bien hoy la tarea comienza a recaer en la empresa, a través de la normativa institucional, la esperanza restante es que los futuros tomadores de decisiones vendrán con la idea clara de un ambiente limpio y resguardado, como insumo base para una equilibrada sociedad.

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