Hace algunos días el ministro de Energía, Claudio Huepe, en entrevista con Diario Concepción se refirió a las ideas de la cartera para enfrentar la crisis del pellet, ocurrida semanas atrás, en pleno invierno y con temperaturas bajas. Una contingencia marcada por la poca materia prima de este biocombustible, que se destaca por su perfil sustentable, y que repercutió en dudas sobre su abastecimiento; junto a las imágenes que repletaron las pantallas de los noticieros de televisión que mostraban filas interminables de clientes que llegaban, hasta de madrugada, a buscar pellet en las empresas productoras de la provincia penquista.
Quizá la primera crisis puntual en la reciente administración de Huepe en la cartera de Energía, donde la estrategia más próxima fue instalar el mensaje que aseguraba la existencia de un stock suficiente de pellet, para los meses más fríos del año, a nivel nacional. Por eso que, en esta misma línea, y una vez ya pasada la etapa más delicada de la coyuntura, ahora el trabajo ministerial se centra en la generación latente de una política pública que aborde todo lo ocurrido. De ahí la creación de la “Mesa Nacional de Pellet”, donde el mismo secretario de Estado explicó a este medio que “la idea es que las pequeñas empresas pasen a producir (pellet) en otra escala”. Vale decir: aumentar las fuentes de producción proyectando un abastecimiento acreditado para las próximas temporadas.
“Tenemos dos tipos de financiamiento. Uno es en el que aportamos directamente a los centros de integrales biomasa, donde ponemos cerca de $200 millones por región, que corresponde a una parte. Las mayores vías de financiamiento que estamos analizando son la Corfo a través de programas específicos que pueden usarse para apalancar al sector, y el Banco Estado.
Ambos participaron de la Mesa de trabajo para el pellet, donde la idea es que las pequeñas empresas pasen a producir en otra escala”, dijo Huepe sobre la primera parte de trabajo de la mencionada mesa. Si bien las ideas expuestas suenan sólidas ahora surgen otras inquietudes, como la forma en que esto se socializará con la industria y consumidores. O la eterna aprehensión que, dada la experiencia, siempre surge desde las regiones: ¿Se contemplará la voz y voto de las provincias? ¿Se escucharán las ideas nacidas al margen de la Región Metropolitana? La “Mesa Nacional de Pellet” será un desafío doble para el ministro y el propio Gobierno: descentralizar y asegurar una fuente de energía que ya es presente y futuro.