Las vacantes laborales y los desafíos digitales

Esto coincide con una coyuntura marcada por la inflación y el foco constante que hay en el comportamiento del dólar.

En materia laboral la Región del Biobío está en un flujo constante de noticias. Esto podría entenderse como un efecto natural en vista del tamaño de esta zona del país y por supuesto a su diversidad productiva. En este sentido es que ahora se conocen las últimas cifras sobre vacantes de empleo.

De acuerdo al último reporte del Observatorio Laboral Sence-Biobío, hay una baja en la cantidad de cupos para puestos de trabajo en este 2022, en comparación al 2021.

En rigor la disminución trata de cerca de 3 mil plazas laborales menos y que se traduce en un 36,1%, a pesar de un aumento de 268 anuncios de vacantes más, frente a los publicados en 2021. Así, todo lo expuesto, otra vez, abre los espacios de preocupación ante el escenario laboral regional.

Si bien en algún momento la ocupación comenzó a tomar fuerza, luego de la retirada paulatina de las medidas más fuertes de restricción, en medio de la pandemia del Covid-19, ahora pareciera que el peso de la capacidad de entrega de empleo vuelve a ganar terreno.

Esto coincide con una coyuntura marcada por una inflación y el foco constante que hay en el comportamiento del dólar, el que recién esta semana logró bajar de la barrera de los $900 y que ganó la mirada constante de la población.

De ahí la incertidumbre, sobre todo, de quienes hoy buscan y necesitan empleo. Los mismos que deben lidiar con ese círculo vicioso del mayor costo de la vida, pero sin poder llegar a las herramientas necesarias para poder enfrentar este escenario: un trabajo y sueldo acorde.

Sin embargo, mucho de esto también se debe al avance de la tecnología, donde los gremios del comercio, por ejemplo, han sabido leer claramente el fenómeno. “En la mayoría de los servicios ha existido una reducción de la oferta de trabajo, producto de que se han transformado las labores en transacciones digitales”, explicó Juan Antonio Señor, presidente de Fecomtur Biobío.

“Hay que tener en cuenta que, según nuestras estadísticas, el comercio está vendiendo más que antes, pero con 200 mil trabajadores menos. La digitalización de los servicios genera menos puestos de trabajo”, agregó el directivo.

Por eso es que las preguntas que arrastra este panorama no solo deben detenerse en la cantidad de plazas que puedan surgir en nuestra zona. Las interrogantes deben poner énfasis en la era digital.

¿Las empresas del Biobío están preparadas para esta nueva era?, ¿cuánto están dispuestas a invertir en capacitación y herramientas laborales acordes a las nuevas tecnologías?, ¿el Biobío podrá revertir estas cifras para el próximo reporte de 2023? La lista de preguntas puede continuar. La espera de más vacantes y los esfuerzos del sector público y privado no.