Para nadie es sorpresa que el país pasa por un momento económico complicado, donde los dardos, como es normal, apuntan al Gobierno como principal responsable de acuerdo a la sensación ciudadana.
La inflación y la pérdida de empleos en el peor momento de la pandemia han reforzado esta situación, donde si bien las plazas laborales se han ido recuperando, todavía hay desafíos en materia de calidad laboral.
En los recientes informes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) se muestra cómo la Región del Biobío bajó en su tasa de informalidad laboral, registrando un escueto retroceso de 0,2 puntos en los últimos 12 meses, en el trimestre abril-junio de este año.
Si bien la tasa mostró un retroceso, no deja de ser preocupante que “los ocupados informales aumentaron en un 8,4% en el Biobío en este último año. En ese sentido, las mujeres son las que están más presentes con un 15,9%, en tanto que en el caso de los hombres es sólo un 3%. Las causales por las cuales hay estas cifras, en el caso de los varones en particular, es porque hay un grupo importante que estudia y les es más cómodo la informalidad, ya que están en un periodo de estudio y dedican parte de su tiempo libre para esta labor”, como explicó Sandra Quintana, seremi del Trabajo y Previsión Social del Biobío.
“En el caso de la mujer es distinta la razón, ahí tenemos mayor porcentaje de informalidad y el tema de los cuidados es una situación que las tiene más retenidas en el hogar y que, por lo tanto, les permite cuidar a los hijos y a la vez dedicarse a alguna labor remunerada informal. Todo esto sin tener un contrato de por medio, no recibiendo cotizaciones y tampoco pagando impuestos”, agregó Quintana.
Esto último debe convertirse en un foco de atención con urgencia inmediata, por lo que significan estos datos y por los resultados secundarios que también muestran las cifras oficiales ya consignadas en el análisis de la cartera del Trabajo: ausencia de relaciones contractuales e imposiciones y la falta de pago de impuestos.
Es tarea del sector público y privado impulsar las soluciones para la generación de cupos laborales acordes y dignos, los que no solo deben ocuparse de un salario digno y suficiente para el empleado, sino que también debe poner cuidado en el bienestar emocional de quienes contribuyen al desarrollo del país, en sus profesiones y oficios.