Cada cierto tiempo, es necesario hablar de la pandemia. Si bien las cifras diarias de contagios ya no son tendencia en medios y redes sociales, la Covid-19 sigue presente y es parte de la rutina de todo Chile. Afortunadamente, las conversaciones evolucionaron con la realidad de la pandemia: el país de hoy es muy distinto a lo que era hace 24 meses.

Un ejemplo de esa evolución puede ser representada por la ocupación de las camas UCI. El Hospital Regional dio a conocer que la UCI médica no presenta casos de pacientes Covid-19. Una situación que no se había registrado durante toda la pandemia, y pese a alta tasa actual de contagios por coronavirus (más de 900 nuevos contagiados y casi 3.500 con capacidad de transmisión, según reporte Minsal), sólo hay pacientes contagiantes en camas básicas y medias. En otros recintos de la Región, hay sólo 8 enfermos con Covid-19 en las unidades de cuidados intensivos.

Es un buen indicador de la situación pandémica y una prueba más de la efectividad de las vacunas. Enfermos con Covid-19 presentan una sintomatología leve o moderada y no requieren internación en unidades críticas, liberando equipamientos y personal para pacientes con otras enfermedades graves. Por lo mismo es necesario insistir en la vacunación: en Biobío hay un 25% de la población objetivo que no está al día con el esquema de inoculación. Estar protegido contra la Covid-19 debería ser una prioridad en esta etapa del calendario, cuando aumenta la circulación de Virus Respiratorio Sincicial, Parainfluenza, Influenza A y B, Adenovirus y Metapneumovirus, entre otros.

Como sea, la pandemia no ha sido del todo superada – puesto que nuevas cepas seguirán desarrollándose –pero se ha avanzado para convertirla en un problema controlable. Los brotes de coronavirus siguen presentes, pero son menos malignos, transformándose gradualmente en una enfermedad endémica. Junto con las vacunas, las buenas prácticas de autocuidado personal y en forma colectiva han llevado a un escenario anticipado por los especialistas: la superación de la pandemia por razones médico-sanitarias y/o por características sociales, cuando se desploma el miedo a la enfermedad. Es probable que en Chile las dos razones estén evolucionando. Superar a la pandemia y sus efectos sociales y económicos ya no es un sueño imposible.