El invierno es caro para la mayor parte de la población

14 de Julio 2022 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Fotografía: Archivo

El recambio de estufas coincide con una coyuntura de altos precios de las fuentes energéticas, y para las familias de menores ingresos la calefacción puede convertirse en un gran problema.

El programa que contempla cambiar 1.100 estufas a leña por calefactores de mayor eficiencia es una muy buena noticia para las familias beneficiadas y para el medioambiente. La medida es parte del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica que impulsa la cartera medioambiental en la Región y la meta para el periodo de 24 meses es hacer un recambio de 4 mil estufas adicionales.

Se trata de una iniciativa que va en línea con la agenda que busca reducir los niveles de contaminación de material particulado. Pero también coincide con una coyuntura de altos precios de las fuentes energéticas, y para las familias de menores ingresos la calefacción puede convertirse en un gran problema. La leña ha sido el principal combustible para la calefacción hogareña, pero también ha sido la fuente más contaminante y menos eficiente. Por lo mismo, como parte del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica, la autoridad tiene el deber de fiscalizar el uso de leña para calefacción domiciliaria. Decenas de sumarios han sido cursados a viviendas en que incumplen la norma.

El problema se agudiza en un panorama en que no figuran muchas alternativas. El cambio para estufas a pellet ha sido muy recomendado, pero la industria no ha estado a la par de la demanda. Hubo quiebra de stock en 2020, se generó escasez en 2021 y a julio de 2022 ya se registra aumento de precios y falta del producto en Biobío, tercera región en consumo, después de Los Lagos y Araucanía.

Otras fuentes energéticas ofrecen disyuntivas. Los incrementos en los precios del petróleo se reflejan en subproductos como parafina y diésel, también utilizados para la calefacción. El valor del gas todavía es prohibitivo para que la mayor parte de la población lo utilice como combustible para enfrentar los días fríos. El costo de la energía eléctrica, energía limpia y eficiente, tampoco puede ser absorbido por toda la población.

En simples, el invierno es una estación cara para la mayoría de las personas: el costo de la calefacción, eficiente o no, amigable ambientalmente o contaminante, no resulta abordable. Por mucho que se busque alternativas, la energía calórica no es barata en ninguna de sus formas. La evidente asimetría en las capacidades de las familias para lidiar con el frío otorga mayor importancia a programas de apoyo.