Embajadores del deporte en Biobío

Es clave valorar a los deportistas como profesionales del deporte, para que Biobío siga en los podios del mundo.

El deporte de la Región del Biobío ha regresado a las competencias internacionales para estar en lo más alto. La penquista Nayadeth Garcés tuvo un gran estreno en la tercera versión del Campeonato Panamericano Específico de Parapowerlifting, que se desarrolla en la ciudad de St. Louis, Estados Unidos, evento que cuenta con la participación de varios monarcas paralímpicos y mundiales. El hockey local celebró con las “Diablas”, equipo que ha competido de igual a igual con rivales de las más fuertes del planeta en el mundial que se desarrolla en España y Países Bajos. También hubo alegrías y medalla por el desempeño de Camila Ernst, que con 15 años ha colocado su nombre su nombre entre las mejores del recién realizado Juegos Bolivarianos de Valledupar. La “Roja” femenina de fútbol se estrena hoy en la Copa América, torneo donde son vigentes subcampeonas y con gran expectativas por el buen momento actual de esa selección.

Son hazañas que representan a la Región del Biobío, éxitos que se repiten en muchas disciplinas, como atletismo, gymnasia, canotaje y otros deportes náuticos. También en halterofilia, tenis y rugby, además de las practicas más conocidas, como el fútbol y básquetbol. Todos estos ejemplos llevan la “marca Biobío” a países y continentes. De cierta forma, los deportistas actúan como embajadores informales al llevar algo de la cultura, historia y patrimonio a diferentes rincones del planeta.

El deporte, como una experiencia sana y de vida saludable, inculca importantes valores de vida desde la infancia, tales como el trabajo en equipo, la recompensa al esfuerzo, la realización de sueños, el compañerismo. Los logros obtenidos por los deportistas de la Región expresan estos valores y “exportan” la marca regional a latitudes distintas. No está demás mencionar que muchos deportistas han tenido que desarrollarse con grandes dificultades, a veces contando con nada más que con el apoyo de sus familias. Otros, sin las espaldas financieras-familiares, han debido renunciar a sus sueños, dejando en el camino una promesa de lo que pudo haber sido una gran carrera en el deporte olímpico o profesional. Tampoco sobra recordar de ejemplos de atletas que debieron rogar por financiamiento, como las chilenas del kung fu que tuvieron que pedir plata en las calles y la selección de ciclismo que se quedó sin ir al Mundial. Es clave valorar a los deportistas como profesionales del deporte, para que Biobío siga en los podios del mundo.