Los vaivenes del comercio internacional y la volatilidad del dólar son un recordatorio permanente de que la Región debe seguir en la senda de agregar valor a sus productos y servicios.
El histórico precio del dólar frente al peso chileno – que durante la semana alcanzó el récord al rozar los $1.000 – tiene distintas lecturas para la Región del Biobío. Por un lado ha encarecido las importaciones, afectando de manera directa a la población del territorio. Cuesta más comprar desde alimentos básicos hasta automóviles, productos para el hogar, vestuario y un sinfín de artículos de uso diario. Pero el alza del tipo de cambio también tiene un efecto positivo: las exportaciones de la Región se han visto beneficiadas, y los exportadores reciben un mayor pago por envíos de productos y servicios al exterior. El dólar más caro ha coincidido con el aumento de las exportaciones, que en 2022 alcanza casi un 50% más que el año pasado.
Este escenario debería favorecer a sectores vinculados a la industria forestal y alimentaria. Los envíos regionales asociados a los bosques aumentaron un 60% en los primeros seis meses del año, y ello beneficia a toda la cadena productiva relacionada. Los exportadores de fruta también podrían recibir dividendos por la volatilidad del dólar, y con más fuerza si la tendencia alcista se mantiene por más tiempo. De hecho, el buen momento para el envío de alimentos a otros mercados se ha traducido en mayores costos en las góndolas de supermercado y ferias libres de la zona. Puede ser más atractivo enviar frutas a China y EE.UU que venderlas internamente.
Los vaivenes del comercio internacional y la volatilidad del dólar son un recordatorio permanente de que la Región debe seguir en la senda de agregar valor a sus productos y servicios. No está demás recordar que una parte del vino chileno exportado sale de Chile a granel, como materia prima en lugar de producto final. Lo mismo ocurre para el sector forestal, pesquero, agropecuario. Si bien la Región ha avanzado en la exportación de productos terminados de mayor valor, hay espacios para la innovación en muchas áreas con vocación exportadora. Se ha reiterado en distintas oportunidades que Biobío tiene gran potencial y capacidades instaladas para convertirse en la puerta de comercio exterior desde Maule hasta Los Lagos. Sí US$ 3 mil millones en exportaciones podrían salir por Biobío en vez de Valparaíso, esa oportunidad debería ser tomada muy en serio. Aunar voluntades, recursos y experiencias hacia una visión compartida podría ser la hoja de ruta para una agenda a largo plazo en materia de comercio exterior.