Se han hecho públicas las quejas de vecinos de Concepción por los diversos problemas con la basura en la vía pública. Las imágenes se repiten en varios puntos de la ciudad, más cuando, en algunos casos, las bolsas que la contienen son abiertas, para registrarlas y revisar si hay algo útil, o rotas por animales, que no discriminan. En ocasiones, queda esparcida por varias horas, hasta que acude el camión recolector a la hora programada.

También están los llamados “focos de basura”, que son algunas zonas en que personas botan desperdicios, los cuales se concentran por días y hasta que se convierten en habituales, con todas las consecuencias ambientales y de plagas que eso puede acarrear. De acuerdo a cifras municipales, en la ciudad hay cinco puntos verdes, campanas que reciben vidrios y rejillas, las cuales acumulan plásticos, pero que son considerados como insuficientes por juntas de vecinos, quienes señalan que Concepción debería encaminarse a una cultura de “Basura Cero”.

“Hay cientos de experiencias internacionales y locales que hacen posible llegar a generar cero basura, como es el caso de Santa Juana, comuna que mostró voluntad e intención de hacer algo de forma distinta en la materia, con un plan exitoso y a largo plazo”, explica Magdalena Donoso, una de las íconos de la cultura basura cero a nivel nacional y parte del movimiento Break Free From Plastic en América Latina, con base en Concepción.

De acuerdo a datos del municipio, a la empresa dueña del relleno sanitario se le pagan 110 millones de pesos mensuales por 100 toneladas de desechos y según la D. de Medio Ambiente desde hace 6 años que se ejecutan medidas para bajar esa cantidad, como por ejemplo compostaje domiciliario. Pero al parecer esa labor no es suficiente y hay que reforzar la implementación de políticas educativas que generen una cultura para el buen tratamiento de la basura. Una tarea que, sin bien debería ser resorte de las autoridades, también lo es de cada uno de los habitantes de la comuna, en sus diversos niveles : hogares, escuelas, liceos, universidades o centros de formación técnica. Sobre este punto, el alcalde Álvaro Ortiz afirmó que “hay voluntad de generar cambios culturales, ambientales y educativos donde los municipios tenemos que actualizarnos. Si queremos alcanzar estándares internacionales debemos establecer educación ambiental, tarea que es ardua”.

En suma, aunque suene repetitivo: “Todos tenemos la obligación de colaborar”.