Editorial

La tragedia colectiva e individual de las cifras diarias

La Región del Biobío se acerca a alcanzar las tres mil víctimas por coronavirus. En el ámbito nacional son 39.497 vidas perdidas a causa del virus que recurre el planeta desde hace 2 años.

Por: Editorial Diario Concepción 24 de Enero 2022
Fotografía: Archivo

Noticia publicada en esta edición muestra una faceta de la tragedia humana que figura en los informes diarios sobre la pandemia, pero que puede pasa desapercibidas por la rutina de las estadísticas. La Región del Biobío se acerca a alcanzar las tres mil víctimas por coronavirus. En el ámbito nacional son 39.497 vidas perdidas a causa del virus que recurre el planeta desde hace 2 años.

Por fortuna, con el proceso de vacunación y las nuevas variantes que producen la Covid-19 menos severa y sin necesidad de hospitalización, los fallecimientos han disminuido. Las investigaciones indican que la variante Ómicron parece ser menos agresiva en comparación con Delta, especialmente en los vacunados, pero ello no significa que deba existir un relajo en materia de contagios. Las autoridades de salud han reiterado que las medidas efectivas para combatir la pandemia siguen siendo la mascarilla, la distancia física y la vacunación. Siempre existe la posibilidad de que una persona sufra efectos más graves después de los contagios. Por ello el permanente llamado al autocuidado.

Las muertes por Covid-19 son una tragedia que la contabilidad diaria de fallecidos no puede reflejar. Una sola persona fallecida debido a la pandemia es una catástrofe. Para su familia, amigos y cercanos, para el personal de salud que lucha a diario para combatir los efectos del coronavirus, para toda la sociedad. Hace un par de semanas, las cifras oficiales indicaban que 1.627.165 personas de todo el país quedarían con su Pase de Movilidad inhabilitado, ya que no han asistido a recibir la dosis de refuerzo, pese a que completaron seis meses desde la segunda dosis. En Biobío, al inicio de enero los rezagados se acercaban a 200 mil personas.

Todo lo anterior debe ser tomado como un aprendizaje. Mientras más expuestos, mayor probabilidad de contagio, y mientras una persona esté contagida, las demás de su entorno no estarán 100% a salvo. La comunicación de riesgo sigue siendo importante para contener el avance de los contagios y esa responsabilidad recae en todo tipo de organización de nuestra sociedad, grupos de interés y liderazgos. No comunicar, o comunicar mal, agrava los riesgos y ello no hace más que aumentar la tragedia colectiva e individual de las cifras diarias.

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