Los especialistas indican que la educación vial es decisiva para reducir los siniestros. Tanto que la OMS califica a los accidentes de tránsito como un problema prioritario de salud pública en todo el mundo.
Durante el 2021 se registró en Chile un promedio de nueve accidentes viales por hora. Fueron 218 siniestros en cada uno de los 365 días del año. En total, 79.520 emergencias ocurridas en las calles, caminos y carreteras de todo el país. Entre otros resultados, dejaron a 1.687 personas fallecidas, además de 51.191 lesionados, entre los cuales 7.969 personas que sufrieron heridas de carácter grave.
Los números revelan la dramática situación de lo que ocurre en el tránsito. Durante el año 2020 se registraron 64.707 siniestros de tránsito y 1.485 perdieron la vida, cifra que tuvo una disminución de 8,2% respecto a los fallecidos informados el año 2019. Pero en 2021, con el regreso a la presencialidad, hubo un significativo aumento de la tragedia diaria en las vías públicas.
Según las autoridades, una de las principales razones es la falta de educación vial en los conductores, puesto que la mayoría de accidentes se debe a la irresponsabilidad humana. Los datos de Conaset indican las principales causas: las estadísticas muestran que la pérdida de control del vehículo, conducir no atento a las condiciones de tránsito, conducción en estado de ebriedad y velocidad no razonable ni prudente explican la mayor parte de los accidentes con muertes. No han sido suficientes las leyes especiales y normas más restrictivas, las campañas de educación y el endurecimiento de la fiscalización.
Este martes los miembros del Senado aprobaron el proyecto de ley que busca eliminar el requisito de escolaridad básica para obtener licencia de conducir no profesional Clase B, pasando así a su segundo trámite en la Cámara de Diputadas y Diputados. Hay serios cuestionamientos a la iniciativa, que podría tener un impacto no deseado en las estadísticas de siniestros. Los argumentos favorables a la iniciativa apuntan a “la falta de conductores profesionales en el rubro transporte”.
Está por verse qué resultado tendrá esa normativa. Por lo pronto, los especialistas indican que la educación vial es decisiva para reducir los siniestros. Tanto que la OMS califica a los accidentes de tránsito como un problema prioritario de salud pública en todo el mundo. Eliminar el requisito de escolaridad básica para obtener licencia de conducir no es un aporte a una mejor educación vial. De hecho, parece ir en dirección contraria.