En un día histórico para Chile ninguna noticia debe impedir recordar una fecha que busca visibilizar un delito que constituye la expresión máxima de la violencia ejercida contra mujeres y niñas.
Sin duda, la agenda noticiosa de estos días está marcada por el relevante proceso eleccionario que esperamos convoque una mayor participación frente a lo ocurrido en la primera vuelta electoral. Chile elige hoy al nuevo presidente de la República y, ciertamente, el hecho noticioso gira en torno a este momento histórico.
No obstante, y más allá del regular ajetreo informativo, desde Diario Concepción no podemos dejar de relevar este 19 de diciembre el Día Nacional Contra el Femicidio, que se conmemora por segundo año en el país. En un día histórico para Chile ninguna noticia debe impedir recordar una fecha que busca visibilizar un delito que constituye la expresión máxima de la violencia ejercida contra mujeres y niñas, violencia que, como lo establece la Ley Gabriela (ley n° 21.212), se expresa del modo más extremo en “el asesinato de una mujer por parte de su pareja o ex pareja sin convivencia”.
Desgraciadamente, la violencia de género continúa año a año cobrando vidas y, como registra la Red Chilena Contra la Violencia Hacia la Mujer, 51 mujeres han sido víctimas de femicidio durante 2021 en el país.
En los últimos 5 años 301 mujeres han fallecido por esta causa y, pese a que las muertes han venido disminuyendo desde 2019, dicho descenso es aún muy menor. A ellos, además, se suman los femicidios frustrados que, en lo que va del año, superan las 150 agresiones.
En un momento de definiciones político-administrativas, en un momento histórico en el que nos encontramos elaborando una nueva constitución para el país, resulta fundamental no olvidar que mujeres y niñas continúan siendo violentadas y, más grave todavía, asesinadas. Por cierto, la Ley Gabriela constituye un avance hacia la erradicación del femicidio, pero aún falta mucho: se requieren políticas claras, medidas concretas y un cambio cultural para avanzar en la prevención, detección temprana, resguardo y protección de las víctimas. Continúa pendiente una ley integral que sancione todas las formas y los diversos contextos de violencia que afectan a las mujeres a causa de su género. Todas medidas que contribuyan a erradicar de manera definitiva la violencia contra la mujer y su punto más extremo de este espiral, el femicidio.
Para que algún día podamos dejar de lamentar la pérdida de vidas violentamente truncadas de hijas, madres, hermanas, compañeras y amigas, debemos decir y trabajar por No + femicidios.