Cómo cambiar a un Chile “hipercentralista”

06 de Noviembre 2021 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Fotografía: Raphael Sierra P.

La dura crítica efectuada en la reciente Cumbre de las Regiones vuelve a poner de manifiesto un tema del que se habla mucho, pero que lamentablemente poco cambia con el tiempo.

En la primera jornada de la Cumbre de las Regiones, encuentro que finalizó ayer en el Teatro UdeC, hubo una diagnóstico que no dejó a nadie indiferente: expertos internacionales de la Ocde, Cepal y el Banco Mundial, e invitados a la instancia, cuestionaron el “hipercentralismo” existente en Chile, que a su juicio contrasta con lo que ocurre en este ámbito con otros países donde estos organismos también tienen presencia.

Isidora Zapata, representante de la Ocde, aseveró que “Chile es el país más centralizado” de los 36 que forman parte de la entidad. Y ese juicio lo fundamentó en un dato que refleja plenamente el diagnóstico: “solo el 10% de la inversión pública se hace desde las regiones. En otros países el rol de los gobiernos regionales es más fuerte, todo depende de la forma en cómo se implementa y se hace más eficiente”.

Si se habla de porción geográfica, la Región Metropolitana sólo ocupa un 2% del total del territorio chileno. Guillermo Pérez Ciudad, autor de uno de los capítulos de “El arranque de la descentralización”, comentaba en 2019 que “la cultura centralista está muy arraigada en Chile. Basta ver una obra de teatro como ‘La pérgola de las flores’, donde el personaje de la Carmela es, en parte, una caricatura del habitante de región, es el que llega a Santiago y para el metro con el dedo (…)Siempre se culpa a Santiago, como si fuera un hoyo negro que absorbe recursos y proyectos. Aunque no deja de ser cierto, a las élites políticas locales tampoco les conviene modificar las actuales estructuras de poder”.

Pasa el tiempo y una crítica profunda como la efectuada en la Cumbre de las Regiones sigue quedando, lamentablemente, en eso:en un diagnóstico, una constatación de la realidad que no cambia más allá de las visiones que dejan de manifiesto el problema. Es necesario que se entreguen mayores atribuciones a las regiones, sobre todo desde un punto de vista económico y político, para que empiecen a contar con independencia para trazar sus destinos.

Es de esperar que cargos como el gobernador regional y el delegado presidencial, en el corto o mediano plazo, también puedan tener mayores atribuciones, pues con cambios profundos es la única manera de avanzar para que una visión país que ya es internacional se modifique de una vez por todas.