Cada cierto tiempo la ciudad ha sido azotada por terremotos, tsunamis, inundaciones y otras grandes catástrofes. Y de todas las desgracias e infortunios se ha levantado.
Con una serie de eventos repartidos por la ciudad, ayer los penquistas celebraron los 471 años de historia de Concepción. Una urbe que se plantea desafíos y metas, tal como lo ha hecho desde su fundación original en la Bahía de Concepción, en el territorio que se convertiría en la actual comuna de Penco.
La capital de Biobío, Concepción de María Purísima del Nuevo Extremo, fue la capital del Reino de Chile, centro militar y político durante el período colonial, luego formó parte del primer intento independentista y sería el lugar en que se realizaría la declaración solemne sobre la liberación chilena de la corona española. La ciudad ha sido destruida y reconstruida en innumerables oportunidades, tanto por la mano de incansables hombres y mujeres como por la irresistible fuerza de la naturaleza. Cada cierto tiempo la ciudad ha sido azotada por terremotos, tsunamis, inundaciones y otras grandes catástrofes.
Y de todas las desgracias e infortunios se ha levantado. Se transformó en cuna de ideales políticos y culturales, de yacimientos de riqueza en la Zona del Carbón, de la Pesca y el sector forestal en el Siglo XX. En 1919 se fundó la Universidad de Concepción, hito que cambiaría para siempre la historia de la ciudad. Con el tiempo, el Gran Concepción se ha convertido en centro de servicios, financiero, educacional e industrial de toda la Región. Además, la comuna alberga puentes históricos, murales, parques y lagunas, así como importantes centros culturales como el Teatro Biobío, la Casa del Arte, el Museo de Historia Natural y el Teatro Universidad de Concepción. También ha generado un prolífico aporte al mundo de la cultura, en todos sus ámbitos, como también en la formación de cuadros para la política nacional.
Con sus 471 años de historia, la capital de Biobío sigue creciendo, desarrollándose para consolidarse como una urbe amigable, sustentable, participativa en áreas de políticas públicas, de desarrollo social, vivienda, servicios, transporte, negocios locales, entre muchas otras áreas. Una zona con “puerto y bahía, el mejor que hay en Indias; y un río grande por cabo que entra en el mar, de la mejor pesquería del mundo”, tal como la relató Pedro de Valdivia, allá por 1550 en su cartas al rey Carlos V.