El reto de construir ciudades acogedoras y aptas a la diversidad

Chile apunta a desarrollar ciudades con visión a largo plazo, acogedoras y aptas para personas diferentes y con necesidades particulares, con densidad adecuada y más eficientes en la utilización de sus recursos.

Reportaje publicado por Diario Concepción en la edición de ayer reflotó el debate sobre la forma como las sociedades construyen y habitan las ciudades. Y en la parte central de esa discusión se sitúa la paradoja entre “compacidad” y “dispersión”, es decir, entre ciudades con bajas densidades frente a las que apuestan en la descentralización de los centros urbanos. No son conceptos antagónicos ni contradictorios en urbanismo, pero expresan diferencias que suelen tener un gran impacto en la calidad de vida de las poblaciones.

La urbanización enfrenta el desafío permanente de planificar el crecimiento de las ciudades y también el constante riesgo de desmejorar la calidad de vida. Los especialistas consultados coinciden en que el desafío es compatibilizar la compacidad de una ciudad con su dispersión. Al promover la participación de la ciudadanía en la planificación urbana hay mayor posibilidad de desarrollar ciudades más inclusivas y equitativas, y más eficientes en la utilización de sus recursos e infraestructura.

Esas consideraciones deben estar presentes al momento de proponerse y/o realizarse modificaciones a los planes reguladores de los municipios. Los planes reguladores actuales están obligados a contemplar los equilibrios urbanos, como el uso eficiente de la infraestructura pública, la equidad social, la relación armónica de las construcciones y el espacio público, la cohesión urbana en lugar de segregación socioespacial de los territorios.

En general, quienes habitan un territorio no suelen prestar atención al Plan Regulador Comunal (PRC). Pero esa es la herramienta que orienta, fomenta y regula el desarrollo urbanístico e impulsa una mejor distribución de actividades en una determinada comuna. El Plan Regulador Metropolitano de Concepción, por ejemplo, va a cumplir 18 años y se encuentra en etapa de reformulación. Conjugar los efectos de la urbanización con la calidad del habitar y la protección del medio ambiente son parte de los retos.

Chile apunta a desarrollar ciudades con visión a largo plazo, acogedoras y aptas para personas diferentes, con necesidades particulares, con densidad adecuada y espacios para descansar, áreas verdes, para juegos de niñas y niños. En simples, ciudades más humanas.