Siempre se ha sostenido que en democracia una de las formas más relevantes que tiene la comunidad para participar de las decisiones y ser protagonista de los cambios que quiere para el país es a través de las urnas, votando en cada elección.
El pasado sábado, a través de una consulta ciudadana, Unidad Constituyente definió a su carta para las próximas elecciones presidenciales. Finalmente, Yasna Provoste (DC) se impuso con claridad a Paula Narváez y Carlos Maldonado.De acuerdo a lo informado por el sector, pues no se trató de un proceso realizado bajo el amparo del Servel, cerca de 150 mil personas votaron, una cifra muy por debajo de lo que el propio Maldonado proyectaba como un deseo, que era tener un millón de participantes.
La cantidad de votos representó un poco más que el total de la suma de los militantes de las colectividades de la Unidad Constituyente que antes integraban la Concertación. Al 30 de junio, según cifras del Servel, entre el PS (42.755), el PR (28.365), el PPD (31.808) y la DC (33.125) sumaban 136.053. Además, la cifra superó por un margen menos a quienes ocuparon los últimos lugares en la primaria de Chile Vamos, Mario Desbordes (131.730) e Ignacio Briones (131.975).
En las primarias de julio pasado, sólo participó un 21,37% del total de electores, pues acudieron a sufragar 3.139.765 personas de los 14.693.433 habilitados. Otra muestra de un tema que ya suele ser recurrente tras cada elección:el bajo nivel de participación en relación al universo de la ciudadanía que puede tomar parte de un proceso.
Siempre se ha sostenido que en democracia una de las formas más relevantes que tiene la comunidad para participar de las decisiones y ser protagonista de los cambios que quiere para el país es a través de las urnas, votando en cada elección. Sin embargo, en el país al parecer hay una situación de fondo que hace que, en cada proceso, el porcentaje de personas que finalmente participan es muy bajo en relación al total.
En noviembre próximo, se realizará otra elección de suma relevancia, que determinará al próximo presidente de Chile, y además se escogerán diputados, senadores y consejeros regionales.Es de esperar que en esa oportunidad el interés ciudadano suba, pues la falta de participación no es algo atribuible a la actual emergencia sanitaria, sino algo que se arrastra hace mucho tiempo. Un hecho que también ha generado que el tema del voto obligatorio sea debate otra vez, pues al parecer es la única manera que buena parte de la ciudadanía se haga parte de estos procesos.