Editorial

Nomofobia: el temor a vivir sin el teléfono móvil

No es un tema para tomarse a la ligera. Nueve de cada diez personas en Chile revisa su móvil al despertar y duerme con el equipo al alcance de la mano. Hay mucho más aparatos celulares que personas, y la mitad de los niños mayores de 10 años ya tiene un teléfono móvil. El miedo a quedarse sin batería, a no tener señal para el celular o por extraviar el smartphone genera ansiedad y estrés.

Por: Editorial Diario Concepción 21 de Agosto 2021
Fotografía: Archivo

Nomofobia. El término comenzó a ser utilizado entre 2008-2010 a partir de una investigación realizada en el Reino Unido. Los resultados indicaron que el 53% de los participantes del estudio sentían algún grado de temor a no llevar consigo su teléfono celular. No podían apagar el equipo cuando se iban a dormir, o al realizar otras actividades como ver televisión ni cuando estaban en eventos sociales.

Nomofobia se convirtió, entonces, en la definición actual para la conocida ansiedad generada por el miedo a quedarse sin batería, a no tener señal para el celular o por extraviar el smartphone. Es el acrónimo para “no mobile phone phobia” y se utiliza para definir las situaciones de dependencia a lo teléfonos. Una verdadera adicción moderna que, según los especialistas en neurociencias y en salud mental, tiene el potencial de no solo cambiar hábitos, sino que de generar cambios de orden mental y psicológico, similar a lo que ocurre con otras adicciones.

Se asocia la nomofobia, por ejemplo, al nikikomori, un término creado en Japón y que se traduciría como alejamiento social severo. Es la condición de personas que deciden vivir solitarias y que se retiran de todo contacto social. La adicción a la pantalla del móvil, como también a otros dispositivos similares, incide en el incremento de obesidad, reducción visual (aumento de miopía) y mayor propensión a problemas de salud mental.

En Chile estudios recientes muestran la dimensión de la nomofobia. Según Tren Digital UC (2017), nueve de cada diez personas en Chile revisa su móvil al despertar, 88,4% duerme con el equipo al alcance de la mano y el 83% se ha devuelto a su casa cuando se dio cuenta que no llevaba el teléfono.

La dependencia también fue medida por otro sondeo (GfK Adimark) y reveló que 55% de los encuestados prefiere que se les quede en la casa las llaves antes que el celular y un 31% prefiere que se le quede la billetera.

No es un tema para tomarse a la ligera. El número de celulares en Chile pasó de los 27 millones — hay mucho más equipos que personas, de acuerdo con el INE — y la mitad de los niños mayores de 10 años ya tiene un teléfono celular. En pandemia es probable que la nomofobia se haya agudizado, junto a otras dependencias, como el “whatsapitis” y la “fomo” (Fear of Missing out), el conocido miedo a estar desconectado. Es decir, una solución tecnológica puede transformarse en un problema que suele comenzar a temprana edad.

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