La medición internacional que sitúa a la UdeC entre las mejores del mundo es un reconocimiento a una institución cuyos indicadores de calidad son conocidos y que, además, cuenta con un mérito adicional: del listado nacional, es la única institución con su casa central en regiones.
Otra vez la Universidad de Concepción figura en la lista de las mejores universidades del mundo. En esta oportunidad, a través de la versión 2021 del Academic Ranking of World Universities (ARWU), más conocido como el ranking de Shanghái, junto a tres casas de estudio nacionales: la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC) y la Universidad Andrés Bello. El ranking mide el desempeño de las universidades en criterios relacionados con la calidad educativa, profesores y egresados, desempeño académico y producción científica, entre otros. En el ámbito global en los tres primeros puestos están las universidades de Harvard, Stanford y Cambridge.
La noticia es positiva para todo el país y especialmente para la Región del Biobío, dado que está más que demostrada la asociación entre la calidad de la educación y el progreso de las naciones. La educación superior tiene la misión de preparar el capital humano para el futuro, como también de generar investigación e innovación que actúan como motores para la evolución de toda la sociedad.
Históricamente ha sido así. En los territorios en que se instalan, las universidades se desempeñan como vectores del desarrollo económico, social, político, cultural y científico. El inmenso desafío sanitario que comenzó en 2020 contó con la contribución de quienes generan conocimiento y soluciones prácticas para las necesidades del país. Laboratorios, tecnologías, infraestructura y recursos humanos capacitados fueron colocados a disposición y al servicio del bien común.
Además, las universidades son herramientas que permiten la disminución de la desigualdad, en la medida que posibilitan la movilidad social. En definitiva, las universidades contribuyen no solo para que los territorios sean más competitivos, sino que también más desarrollados y con mejor calidad de vida a través de la generación de conocimiento.
La medición internacional que sitúa a la UdeC entre las mejores del mundo es un reconocimiento a una institución cuyos indicadores de calidad son conocidos y que, además, cuenta con un mérito adicional: del listado nacional, es la única institución con su casa central en regiones. Con vocación pública, aporta al desarrollo y autonomía de Biobío y Ñuble, es decir, promueve la descentralización real del país.