El panorama entregado por el sondeo y por otros estudios muestra una realidad de bajos niveles de práctica deportiva y altos índices de conducta sedentaria. Y lo peor: estas conductas de adultos se replican en niñas y niños en un círculo vicioso que no posibilita buenos presagios.
Un sondeo realizado en 29 países reveló, entre muchos otros resultados, que Chile figura entre las naciones que destinan menos tiempo para actividades físicas. El informe “Miradas Globales Sobre el Ejercicio y los Deportes en Equipo” muestra la actividad física de las personas y sus preferencias a la hora de hacer ejercicio. El resultado de la medición se suma a otros antecedentes que el país debe tomar nota: las altas tasas de obesidad y los problemas de salud mental, agudizados por las medidas adoptadas durante la crisis sanitaria que comenzó en 2020.
Está demás detallar la relevancia de las actividades físicas y sus impactos en el peso corporal y para el bienestar psicológico y emocional. Y en actividades físicas estamos al debe: según dicho estudio, Chile es el cuarto país en el listado de naciones que menos horas de deporte realizan a la semana. Son 3,7 horas semanales, estando por debajo del promedio mundial (6,1 h) y solo superando a Italia (3,6 h), Japón (3,3 h) y Brasil (3 h).
Los hombres le dedican 4,5 horas semanales promedio a la actividad física, mientras que las mujeres lo hacen 3 horas semanales promedio, muestra el informe del estudio. El promedio global es superior en ambos casos: 6,9 horas en hombres y 5,4 en mujeres.
Lo interesante es que 8 de cada 10 personas que contestaron la encuesta en Chile dicen tener ganas de realizar más actividad física (79%), posicionándonos como el segundo país del ranking con el porcentaje más alto, solo por debajo de Perú (81%). Ante la pregunta, ¿le gustaría practicar más o menos deporte de lo que hace actualmente? Solo un 2% dice que le gustaría hacer menos deporte.
¿Qué impide entonces que más chilenas y chilenos hagan deporte? El 46% de los encuestados nacionales acusó “falta de tiempo”, mientras que un 21% afirmó que no lo hace por no tener las instalaciones necesarias en su vivienda. A la vez, el 17% reconoció que simplemente no quiere hacerlo.
El panorama entregado por el sondeo y por otros estudios muestra una realidad de bajos índices de práctica deportiva y altos índices de conducta sedentaria. El panorama entregado por el sondeo y por otros estudios muestra una realidad de bajos niveles de práctica deportiva y altos índices de conducta sedentaria. Y lo peor: estas conductas de adultos se replican en niñas y niños en un círculo vicioso que no posibilita buenos presagios.