Desafíos en la escasez hídrica

La investigación científica aplicada es clave para encontrar soluciones apropiadas. También la planificación territorial del agua y una legislación adecuada para ese recurso vital.

Los Saltos del Laja, una de las principales postales turísticas de la Región del Biobío, volvieron a la belleza natural de años anteriores, cuando había abundancia de agua en sus cascadas. Las intensas lluvias en la alta cordillera permitieron aumentar en hasta 4,8 metros el caudal del río Laja, según informó la Dirección General de Aguas.

Las imágenes en Laja — que no se veían hace más de una década — son uno de los resultados del sistema frontal que dejó mucha nubosidad y precipitaciones en la zona cordillerana, con más de 200 mm acumulados de precipitaciones. Sin embargo, considerando el inmenso déficit de lluvias en la zona centro y sur del país, los pronósticos no son alentadores para este 2021.

No es un problema regional, de hecho. El 2020 dejó un déficit de lluvia en 15 de las 20 estaciones metereológicas distribuidas en todo el país. La estación Carriel Sur, en el Gran Concepción, registró 25,8% menos de lluvia, con 808,8 mm caídos para los 1.090,6 mm normales. En lo que va del año, la situación ha empeorado: 157 mm de precipitaciones, en comparación con los 168 mm del año pasado. Las proyecciones indican que lluvias más frecuentes estarán ubicadas más a la zona austral de Chile, mientras que los demás territorios del país seguirán con la tendencia de déficit hídrico. Según los especialistas, otro efecto más del cambio climático global, como también del cambio de uso del suelo agrícola-forestal y la creciente urbanización.

La escasez de agua tiene grandes impactos en los territorios. En ciertas zonas de Biobío la sequía está golpeando fuerte, tanto para consumo humano como para sistemas de riego, lo que finalmente impacta en el precio de los alimentos. En sectores rurales, donde es difícil obtener agua para consumo humano, se utilizan camiones aljibes para entregar agua a los hogares, un sistema que tiene altos costos.

Todo lo anterior nos recuerda la necesidad de perfeccionar la gestión de cuencas y la gestión de los recursos hídricos, puesto que en Chile existe una distribución del recurso agua de forma muy desigual. Si no se toman precauciones, la condición de escasez que observamos hoy va a empeorar y la imagen observada en los Saltos del Laja será visible solamente en fotografías. La investigación científica aplicada es clave para encontrar soluciones apropiadas. También la planificación territorial del agua y una legislación adecuada para ese recurso vital.