El ausentismo laboral de personal con Covid-19 puede traducirse en costos más altos que facilitar el permiso a la vacunación.
Hace algunas semanas se anunció un acuerdo entre el Gobierno y gremios empresariales para que trabajadoras y trabajadores puedan ir a vacunarse contra la Covid-19 durante la jornada laboral. La iniciativa apunta a que las empresas entreguen facilidades para una campaña masiva de inoculación contra el coronavirus. De hecho, hay iniciativas orientadas a sectores y empresas específicas. En Biobío, conductores de transporte público, profesionales de la construcción y educadores pudieron recibir las vacunas en centros de salud cercanos o en sus propios locales de trabajo.
La campaña especial de vacunación consiste en que las empresas y organizaciones faciliten la ida de trabajadoras y trabajadores al vacunatario. Es por ello que llama la atención el número de reclamos y denuncias dirigidas contra empresas que no estarían entregando esa posibilidad a su personal. Las jefaturas no deberían negar a sus empleados y empleadas el permiso para salir cuando les corresponda la vacuna contra Covid-19. Tampoco deberían descontar las horas que se ausenten por esta causa ni obligarlos a reponerlas. Poner trabas para acudir a la inmunización sería obstruir un programa de salud, además de poner en riesgo todo el personal de compañías y organizaciones. El ausentismo laboral de personal con Covid-19 puede traducirse en costos más altos que facilitar el permiso a la vacunación.
Esa realidad podría cambiar al incorporarse al Código del Trabajo una disposición que consagra el derecho de contar con permiso laboral, sin costos para el contratado, para acudir a vacunarse y que utiliza el mismo marco legal del permiso para realizarse exámenes preventivos. Eso es lo que propone un proyecto de ley que actualmente tramita en el Senado. “Facilitar la vacunación de las trabajadoras y trabajadores” fue recientemente despachada por unanimidad por la Comisión de Trabajo para que sea evaluada en la Sala del Senado.
La norma es necesaria, considerando la evolución de la pandemia en Chile. Tanto por ser un tema de salud pública como también para la protección de las propias empresas, impulsando así el cuidado y la prevención entre trabajadoras y trabajadores. Vacunarse es un acto voluntario, pero necesario y fundamental para avanzar en el control de la pandemia en todo el mundo.