Los vaivenes en la velocidad de los contagios ha llevado a confinamientos obligatorios, con personal e instalaciones hospitalarias al límite del colapso.
A las 17:00 horas del jueves comenzó a implementarse el cordón sanitario del Gran Concepción, el cual durante este fin de semana largo está funcionando en seis puntos de control: Agua La Gloria, Punta de Parra, peaje Agua Amarilla, ruta Concepción-Cabrero, Chivilingo, ruta de la Madera y el límite entre Chiguayante y Hualqui. Se han registrado atochamientos de vehículos en algunos puntos, provocando la molestia de quienes transitan por estos lugares. Sin embargo, dada la evolución de la pandemia en las últimas semanas, es poco probable que Biobío avance en el plan Paso a Paso sin las necesarias medidas de control y contención de la movilidad.
Con más de 600 nuevos casos de Covid-19, según el último informe del Misal, la región sigue en el foco de las preocupaciones de las autoridades sanitarias. Todavía persisten los eventos con aforo superior a lo permitido, lo que pone en riesgo no solo los que participan de estos actos, sino que a toda la población. También se ha registrado un alto número de detenidos por no portar la documentación necesaria en horarios de toque de queda, y un buen número de automovilistas que son detenidos en los puntos de control por no contar con la documentación necesaria para abandonar la Región, entre ellos el pasaporte sanitario.
Las cifras de contagios no han parado de subir en los últimos días. Eran menos de 100 hace un año y hoy se han multiplicado por seis. Ello impacta a la salud de los pacientes con Covid-19, pero también en la disponibilidad de personal de salud, recursos tecnológicos y de infraestructura para atender a una demanda que no da tregua. El caso chileno ha sido estudiado en el ámbito internacional con lo que se ha bautizado como “la paradoja chilena”: una eficiente campaña de vacunación y al mismo tiempo un incremento de contagios con breves pausas en la reducción de nuevos casos de Covid-19. Los vaivenes en la velocidad de los contagios ha llevado a confinamientos obligatorios, con personal e instalaciones hospitalarias al límite del colapso.
Las explicaciones son varias: cansancio pandémico, nuevas variantes y cepas del coronavirus, errónea sensación de seguridad de quienes fueron vacunados, y un largo etecétera. Se acerca el invierno, y la medida más efectiva para controlar la pandemia es la misma desde el día uno: el autocuidado y el respecto a las medias sanitarias.