El país realizó una jornada de participación masiva el 25 de octubre, sin controversias ni grandes inconvenientes. Hay que trabajar para que ocurra algo similar en abril.
El gobierno ha propuesto que los comicios fijados para el 11 de abril se realicen en dos días, el sábado 10 y el domingo 11. La ciudadanía deberá elegir alcaldes, concejales, constituyentes y gobernadores regionales, y la preocupación en La Moneda es que se produzcan aglomeraciones si la votación está concentrada en una sola fecha. También se analiza la posibilidad de implementar el voto anticipado, también como opción para evitar congestión en los centros de votación. A la vez, alcaldes de Chile Vamos de la Región Metropolitana sugieren concretar las elecciones en dos domingos distintos y con distintas prioridades. El 11 de abril se haría la elección de alcaldes y concejales, mientras que en el 18 de abril se concretarían los comicios de constituyentes y gobernadores regionales.
Estas propuestas han despertado diversas visiones, dadas las inmensas repercusiones para la ciudadanía y el mundo político. Elecciones en dos días, en lugar de una sola fecha como estaba originalmente previsto, exigirá cambios en materias logísticas, de transporte y de seguridad que implicará la concurrencia de diferentes organismos públicos y privados. Por ejemplo, será necesario establecer cómo custodiar las urnas de un día para otro y también que en ambos días participen los mismos vocales de mesa. Hacer la elección en más de un día también exigirá un compromiso mayor de la ciudadanía, puesto que deberá ir dos veces a votar. Lo mismo con vocales de mesas, fiscalizadores y a todos quienes participan del proceso, una situación que ampliaría los riesgos de contagio por el coronavirus. Entre las posibles soluciones para evitar aglomeraciones, se sugiere ampliar el horario para los sufragios de modo a realizar todo el proceso en una sola jornada. Con planificación y tiempo para informar adecuadamente la ciudadanía, sería posible determinar rangos de horarios para que los votantes accedieran a locales de votación en horas diferidas. Todo, claro está, requiere tiempo para la planificación, puesta en marcha y comunicación a la ciudadanía.
Son retos importantes y el calendario impone mayor presión, pues se acorta el plazo para definiciones. Hasta el Servel ha considerado que tal vez sea un poco tarde para analizar grandes cambios al proceso electoral. El 25 de octubre el país realizó una jornada de participación masiva, sin controversias ni grandes inconvenientes. Hay que trabajar para que ocurra algo similar en abril.