Pandemia, eclipse y discursos

Hace una semana, aproximadamente, circuló en las huestes políticas de la zona una encuesta, elaborada por la empresa Cadem, que entregaba diferentes datos sobre el posicionamiento y conocimiento que la ciudadanía tiene de distintos representantes de la Región, muchos de ellos, eventuales (y confirmados) postulantes a “algo”: a la gobernación regional, a algún municipio y al Congreso.

Muchos de los allí mencionados, de distintos sectores y diferentes tiendas partidarias, no tardaron en recurrir a los medios para manifestar lo bien posicionados que estaban. Algunos, incluso, emitieron comunicados incluyendo la lámina que mejor acomodaba el discurso planteado. Lo curioso, es que nadie parecía haber visto con preocupación la medición. En efecto, todos aseguraban haber sido bien evaluados por la ciudadanía. ¿Acaso, así como en todo proceso eleccionario, no debe existir algunas cartas mejor posicionadas que otras?

Se entiende que también puede ser una forma de autoconvencerse sobre el camino que aún queda por recorrer, pero no deja de ser cierto, que igual se corre el riesgo de entregar información poco rigurosa.
Se trata, lamentablemente, de una práctica habitual en el mundo político. En una de sus rutinas, un comediante recreaba la forma en que los partidos peleaban entre cuatro paredes, tomaban decisiones que, por cierto, nunca dejaban contentos a todos, pero al final del día el discurso era uno solo: “hemos salido fortalecidos de este proceso”.

Ad portas de iniciar la última quincena del año, uno marcado por una mortal enfermedad, ¿no sería ya momento de comenzar a manifestar las cosas como son, sin medias tintas, y terminar de una vez por todas de acomodar datos e información a determinada conveniencia? El silencio, en muchos casos, igual es opción.

Ayer se vivió uno de los momentos más esperados por la ciencia y la ciudadanía en general, un eclipse de sol, que al igual que los primeros días de la pandemia, estuvo precedido de una serie de datos poco fidedignos, que este medio, así como muchos otros, intentó combatir entregando información de calidad. Como está dicho, la crisis sanitaria nos ha enseñado a clasificar mejor la información y, en ese sentido, quienes pretenden ser líderes deberían recordar que este año, quizás como nunca, la ciudadanía ha aprendido a diferenciar.