No fue una búsqueda por los y las causantes individuales del complejo panorama que ha colocado a Biobío en un infame liderazgo de contagios diarios por coronavirus, casos activos y fallecidos por Covid-19. Se trató de identificar posibles causas, comportamientos y acciones que pudieran contribuir al avance de la pandemia. Y también señalar advertencias, consejos, sugerencias para enfrentar un problema que afecta al mundo entero.
En un reportaje publicado en la edición de ayer, Diario Concepción expuso una pregunta de difícil respuesta ¿De quién es la responsabilidad por el delicado momento sanitario de la Región?
No fue una búsqueda por los y las causantes individuales del complejo panorama que ha colocado a Biobío en un infame liderazgo de contagios diarios por coronavirus y casos activos de Covid-19. Más bien se trató de identificar posibles causas, comportamientos y acciones que pudieran contribuir al avance de la pandemia. Y también señalar advertencias, consejos, sugerencias para enfrentar un problema que afecta al mundo entero.
Por un lado, hay críticas a la gestión de la pandemia. Se acusa al gobierno de entregar medidas sanitarias contradictorias y de una tardía reacción en algunas zonas del país. Ello habría llevado, se dice, a un descrédito de las autoridades y en consecuencia a una notoria desobediencia a normas y recomendaciones de autocuidado frente a virus.
Esa rebeldía contra las medidas sanitarias también se apunta como una de las causas del explosivo aumento de contagios, situación que amenaza colapsar el sistema de salud de la región. A 280 días desde el primer caso de Covid-19 en Biobío, hay baja disponibilidad de camas críticas para el tratamiento de pacientes graves, como también un peligroso agotamiento de los profesionales de atención médica. Las reuniones familiares, las fiestas y la libre circulación durante el toque de queda son identificados entre los principales responsables por llegar dónde llegamos. La restricción a la movilidad de personas a partir de determinada hora ha provocado atochamientos y aglomeraciones. En lugar de bajar los niveles de contagios, la medida aceleró las transmisiones entre personas que están obligadas a estar juntas, por ejemplo, en el transporte público.
De hecho, Diario Concepción aborda esa materia en reportaje que integra la edición de hoy. El temor a contagiarse en el transporte público se ha traducido en más vehículos particulares en las calles. Y sin horarios diferidos para el traslado de personas que van y regresan de sus trabajos, se generan los conocidos “tacos” en distintos puntos del Gran Concepción. Recorridos que hasta hace poco tiempo tardaban 20 minutos, hoy pueden exigir 2 horas. El diagnóstico y algunas de las posibles soluciones son parte de esta edición.