Gobiernos regionales deben ser más que administradores de recursos

Si bien el actual proyecto de Descentralización Financiera entrega más autonomía y responsabilidad fiscal, sigue siendo centralista, dado que las definición de los recursos seguiría en Santiago y no en los gobiernos regionales. El foco del proyecto está en el control de los recursos y al gobierno le corresponderá el simple rol de administrador.

Hace poco más de un mes que se ingresó al Senado el proyecto de Descentralización Financiera de los Gobiernos Regionales. La iniciativa tramita con cierto hermetismo, se encuentra con urgencia simple y está estancada en la comisión de Hacienda del Senado en su primer trámite constitucional. Es una situación que merece atención, puesto que el próximo año será clave en materia de descentralización, con la elección de gobernadores regionales en abril, figura que reemplazará al actual intendente. Además, desde el 1 de enero entrará en vigencia el traspaso de competencias desde Sercotec, Fosis, Corfo y los Ministerios de Transportes y Vivienda a los gobiernos regionales.

De ahí la urgencia de perfeccionar la Ley de Rentas Regionales y aumentar los presupuestos de inversión regional, con fuentes de financiamiento claras y definidas, además de mecanismos precisos para la distribución de recursos.

Es por ello que Corbiobío diseñó una serie de propuestas que pueden ser incluidas en el debate parlamentario. Una de ellas conformar un Observatorio de Descentralización autónomo que defina la situación de las competencias. Se debería dirimir, por ejemplo, las atribuciones del gobernador, que será elegido por voto popular, y el delegado presidencial, que será nombrado y representará a la Presidencia de la República.

Los promotores de la descentralización esperaban en el proyecto de Descentralización Financiera la anhelada ley de Rentas Regionales y que se pudiera tributar en las respectivas zonas, pero nada de eso se incluyó.

La Corporación Privada de Desarrollo de la Región sugirió que el proyecto de ley debe ser modificado por una “Ley de rentas regionales con criterios y estructura de financiamiento” para los gobiernos regionales. A lo anterior, sumó la propuesta de entregar recursos de forma directa desde los gobiernos regionales a los municipios.

Si bien el actual proyecto de Descentralización Financiera entrega más autonomía y responsabilidad fiscal, sigue siendo centralista, dado que las definición de los recursos seguiría en Santiago y no en los gobiernos regionales. El foco del proyecto está en el control de los recursos y al gobierno le corresponderá el simple rol de administrador.