De no cambiar el panorama, nadie puede descartar que en un futuro no muy lejano se tramite un tercer retiro de los fondos previsionales.
Si bien ha generado alguna que otra controversia, la propuesta para un segundo retiro a los fondos de pensiones, no ha provocado la polémica que que se generó en la tramitación del primer retiro. Es muy probable que tanto la ciudadanía como los legisladores hayan asimilado las lecciones del primer retiro. El anunciado desastre en los mercados de capitales nunca ocurrió tras la retirada de los fondos. El argumento de que el retiro del 10% se traduciría en una merma significativa para los futuros pensionados, tampoco se confirmó: las disminuciones en la pensión tendrán una variación promedio que no va superar los $20.520 en el caso de los hombres y $15.502 para las mujeres, calculados a junio de 2020.
Otro factor importante a considerar es la inyección de recursos al tejido económico. Al 30 de octubre, las AFP habían pagado 16.992 millones de dólares, según informe de la Superintendencia de Pensiones. Recursos frescos que dinamizan la economía del país.
De hecho, el efectivo ingresado a partir de agosto podría ser una de las explicaciones para el aumento del IPC en un contexto de cuarentenas, cierres de negocios, despidos y caída en las ventas de prácticamente todos los sectores. Cabe recordar que antes de la aprobación del retiro del 10%, se estimaba una inflación de 2% e incluso menos para el 2020. Las proyecciones apuntan a que el país podría cerrar el año con un IPC cercano al 3%. Ese impacto del primer retiro de fondos en el IPC puede ser observado en el aumento del consumo de en alimentos y bebidas, vestuario y calzado, bienes que llevaron la inflación al alza. Un efecto, sin embargo, que será transitorio.
Mientras tramita el proyecto para un segundo retiro, los críticos a la propuesta sostienen que se trata de una política populista, ajena a los argumentos técnicos y sin visión de largo plazo en materia previsional. Un reconocido economista señaló que “El congreso pasó a ser parte del problema en el caso de las pensiones”.
El problema es que sin una alternativa concreta para obtener recursos, el retiro de los fondos previsionales y el seguro de cesantía son los salvavidas inmediatos para un gran número de personas en Chile. De no cambiar el panorama, nadie puede descartar que en un futuro no muy lejano se tramite un tercer retiro de los fondos previsionales. Por cierto que no es una buena medida hipotecar el futuro, mermando recursos para la jubilación individual. Para muchos, sin embargo, no hay alternativa.