La aprobación de la iniciativa del Ejecutivo puede ser interpretada como una “voltereta” al juego político, tal como lo han denunciado incluso parlamentarios oficialistas.
El 3 de julio de este año fue promulgada la ley que limita la reelección de autoridades por voto popular. Concejales, alcaldes, diputados y gobernadores regionales (cuya elección está programada para abril) tendrán tres periodos consecutivos. Los senadores podrán mantenerse en su cargo por dos periodos consecutivos.
Lo establecido por la normativa promulgada en julio fue interpretado como un avance en la renovación de los cuadros políticos. Sin embargo, ahora tramitan en el Congreso algunos cambios legislativos que apuntan en la dirección contraria. Es el caso de la modificación propuesta por la Comisión Mixta que analiza las inhabilidades de autoridades elegidas por voto popular. De ser aprobada la modificación, una autoridad tendrá que renunciar cuando su postulación sea confirmada por el Servel y no un año antes, como ocurre actualmente en muchos casos. Esa propuesta ha sido recibida con recelo, puesto que podría ser un intento por torcer la voluntad de la ley que entrega límites a la reelección.
Otra iniciativa que generó debates es la propuesta de postergar en siete meses la elección de gobernadores regionales. Esa posibilidad fue presentada a los integrantes de la Comisión Mixta que analiza las inhabilidades a los cores para que puedan ser candidatos a diputado o senador. Desde La Moneda se pretende aplazar los comicios a noviembre de 2021 y, en caso de ser aprobada la propuesta, podrán ser candidatos quienes estén actualmente en cargos públicos.
La iniciativa presentada por Ejecutivo es bastante compleja, dado que el proceso eleccionario ya había comenzado con la renuncia de autoridades para participar de los comicios, pero es atractiva para las autoridades en ejercicio. Pero su aprobación puede ser interpretada como una “voltereta” al juego político, tal como lo han denunciado incluso actores políticos oficialistas.
Entre la ciudadanía hay altas expectativas respecto a la elección de gobernador(a), cargo que por primera vez será definido por voto popular. Y pese a las indefiniciones por falta de atribuciones que tendría la autoridad, un porcentaje importante de la población, según sondeos de opinión, espera que esa autoridad pueda concentrar su trabajo en la reactivación económica, entre otras materias. Jugarretas, y volteretas políticas solo desprestigiarán -aún más- al mundo político.