Transparentar intenciones

El domingo 11 de abril de 2021, si la situación sanitaria lo permite, será día de elecciones. En una misma jornada, la ciudadanía deberá elegir alcaldes, concejales, y por primera vez, gobernadores regionales. Igualmente, dependiendo del resultado del 25 de octubre, será el día en que se definan a los constituyentes, los encargados de elaborar la nueva carta magna que regirá los destinos del país.

La de abril parece una fecha lejana, considerando que aún hablamos de Covid-19, cuarentena total, quedarse en casa y muy poco sobre una eventual cura a la enfermedad. Sin embargo, los procesos electorales son más próximos de lo que se cree y, en ese sentido, parece ser tiempo de que los diferentes conglomerados, partidos políticos y los propios candidatos, comiencen a transparentar sus planes a la ciudadanía, ello puesto que muchas de las acciones pueden ser, con mayor o menor razón, mal interpretadas. Esto, por cierto, es aplicable a quienes apuntan un poco más alto, como es el caso de La Moneda.

Según el Cronograma Electoral publicado por el Servicio Electoral en su página web, el 25 de octubre se realizará el Plebiscito Constituyente y el 29 de noviembre será día de primarias en todas aquellas comunas y regiones donde los distintos pactos políticos tengan más de un candidato, pero a esta altura del año, las dudas son muchas. Y no se trata solo del caso del ex intendente, Rodrigo Díaz, como se pueda creer, sino también de la UDI y si finalmente apoyará a Flor Weisse. ¿Y qué pasa con el resto de las cartas opositoras? ¿Habrá efectivamente primarias?

En materia municipal, en Hualpén hay, al menos cuatro nombres en el oficialismo, y en Talcahuano dos cartas opositoras dispuestas a pelear el sillón alcaldicio al jefe comunal Henry Campos, pero aún no sabemos qué mecanismo de definición ocuparán Chile Vamos y los partidos de la ex Nueva Mayoría, respectivamente.

Ejemplos suman y siguen. En Tomé hay una importante danza de nombres y solo uno de ellos, Luis Molina, ha transparentando sus planes oficialmente. El resto, unos con más entusiasmo que otros, están a la espera de lo que puedan zanjar sus respectivos bloques.

Por ello, quizás, a estas alturas parece necesario transparentar intenciones, para que la ciudadanía sepa quien le está hablando, si una autoridad, un ciudadano común y corriente o un candidato.