La carta fundamental

17 de Agosto 2020 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Fotografía: Archivo | UdeC.cl

A partir del día 26, el reloj comenzará a avanzar más rápido y es necesario dar curso a una serie de materias pendientes, como la regulación a la propaganda y el límite de gasto en las campañas. Pero, sobre todo, en un contexto de pandemia, es imperioso consolidar las condiciones para que la ciudadanía acceda con seguridad a este proceso histórico.

El miércoles 26 de agosto comienza oficialmente la propaganda electoral para el Plebiscito Nacional en medios escritos, radios, espacios públicos autorizados y espacios privados. Se votará el día 25 de octubre, jornada en que la ciudadanía tendrá la oportunidad de aprobar o rechazar la redacción de una Nueva Constitución, además de definir el órgano que debiera redactarla: “una Convención Mixta Constitucional, integrada en partes iguales por miembros elegidos popularmente y parlamentarias en ejercicio, o una Convención Constitucional conformada exclusivamente por miembros elegidos popularmente”, tal como lo define el Servicio Electoral. Todos los sondeos confirman una amplia mayoría de chilenas y chilenos favorables a redactar una nueva Carta Magna para Chile (71% en la última Encuesta Cadem, y 77% según Pulso Ciudadano).

Las encuestas muestran una gran expectativa para una nueva Constitución. Se espera bastante en materias como acceso a la educación, salud y pensiones, reducción de la desigualdad y mejoras en aspectos económicos, personales y familiares.

También, hay expectativas de que el proceso constituyente promueva una redistribución del poder político, abriendo espacios para distintos actores, como los Pueblos Originarios. Especialistas en la materia han señalado el hecho de que estos pueblos están considerados en prácticamente todas las constituciones existentes en América Latina. Chile, desde la independencia, ni siquiera menciona a sus pueblos indígenas en las diversas constituciones que ha tenido.

Un eventual cambio a la carta fundamental asoma, además, como la oportunidad para construir un país descentralizado, en que la autonomía de las regiones pueda finalmente quedar establecida y no depender de los gobiernos de turno.

A partir del día 26, el reloj comenzará a avanzar más rápido y es necesario dar curso a una serie de materias pendientes, como la regulación a la propaganda y el límite de gasto en las campañas, la reserva de escaños a miembros de Pueblos Originarios, la eventual participación de jóvenes entre 16-18 años, entre otros puntos. Pero, sobre todo, en un contexto de pandemia, es imperioso consolidar las condiciones para que la ciudadanía acceda con seguridad a este proceso histórico.