El rol del Estado es entregar políticas orientadas a evitar que la población se enfrente al dilema entre proteger su salud o salir a buscar los medios para subsistir.
Muchas dudas ha generado la determinación de la autoridad de Salud en levantar la cuarentena que se aplicaba en distintas comunas del país. Para tomar tal decisión, la autoridad debe tener acceso a estadísticas que sustentan esa resolución. Información que el país desconoce.
Porque los datos de dominio público más relevantes saltan a la vista: los contagios crecieron más del 100% en las comunas de la Región Metropolitana sin cuarentena, anotando una tasa de aumento promedio diaria de 11%. Sin cuarentena, los casos confirmados de Covid-19 podrían duplicarse en menos de siete días. En las comunas que permanecieron bajo cuarentena, hubo un crecimiento semanal de 50%, y una tasa promedio diaria de 6,0%.
En una entrevista a los medios el último martes, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, confirmó la estrategia de que el contagio de la mayor parte de la población ocurra en forma lenta, de modo que en ningún momento colapse el sistema de salud: “El punto fundamental no es enfermarnos rápido, es que tratemos de ir enfermándonos de a poco, de manera tal que aquellas personas en la comunidad que van a demandar hospital, que van requerir ser conectados a un ventilador mecánicos, no sean muchos a la vez”.
El problema es que esa estrategia, que justificaría la suspensión de las cuarentenas comunales, fue utilizada en otros países y los resultados obligaron a estas naciones a adoptar medidas más severas. Ocurre que el número de casos confirmados para Covid-19 tiene relación directa con la capacidad de cada país en aplicar los test necesarios.
Chile ha tenido buenos resultados en la gestión de esta crisis sanitaria. Es el país latinoamericano que más test realiza en relación a su población y esto podría explicar porque Chile se mantiene como uno de los países de la región con más casos confirmados, pero con la letalidad más baja. Las medidas de aislamiento han probado ser efectivas para reducir el ritmo de expansión del coronavirus. Es cierto que el confinamiento y las cuarentenas producen impacto económico negativo. Pero la responsabilidad mayor de las autoridades de gobierno es proteger a la población hasta que la ciencia finalice su trabajo y logre dar con una vacuna. El rol del Estado es entregar políticas orientadas a evitar que la población se enfrente al dilema entre proteger su salud o salir a buscar los medios para subsistir.