La necesidad de cuidar y proteger a los profesionales de la salud

Para una persona que está en la “primera línea”, el contagio es una posibilidad cierta. Por eso, hay que tratar de apoyar en todo lo posible a quienes trabajan en los centros asistenciales.

Hace unas semanas, hizo noticia lo que ocurría en algunos condominios y edificios de varios sectores del país, donde a personas que residían en ellos, trabajadores del área de la salud, se les prohibía utilizar espacios comunes si podían evitarlo, o tomar medidas más extremas de higiene al momento de ingresar a sus lugares de residencia. Anuncios que, sin dudas, produjeron un intenso debate sobre el trato que se le daba a los profesionales que están en la “primera línea” de combate al coronavirus.

Medidas que, a todas luces, surgen porque para quienes están a diario en hospitales, clínicas y en cualquier tipo de asistencia médica el contagio es una probabilidad cierta, incluso alta. Más allá que se tomen todas las precauciones y se cumpla con cada normativa sanitaria, el conocimiento aún incierto de las formas de traspaso del Covid-19 hace que, para la comunidad en general, los trabajadores de la salud sean vistos como sujetos de riesgo para transmitir el virus.

En la Región, las cifras entregadas el domingo pasado ya hablaban de 60 personas contagiadas de este ámbito, y ayer también se habló de un brote en el Sanatorio Alemán. Al respecto, el seremi de Salud de Bío Bío, Héctor Muñoz, comentó que no eran muchos funcionarios, pero que sí trabajan en un área crítica del recinto asistencial.

Como suele ocurrir con la población en general, para quienes están contagiados empieza una cuarentena no solo para ellos, sino también para todo el círculo con el que tuvieron contacto últimamente. Y en esa proyección, sin dudas que el ámbito de la salud a nivel local se verá bastante mermado por quienes, como debe ser, tendrán que seguir las instrucciones aplicadas para cualquier persona en esta emergencia sanitaria.

Más allá de los aplausos, videos y acciones de estímulo y felicitaciones para quienes están arriesgando su propia vida por el cuidado de los demás, sin dudas que también hay que ayudar en todo lo que se pueda a los profesionales de la salud. No asistir a centros asistenciales a menos que sea estrictamente necesario, respetar los protocolos de cada recinto, y en caso de tener que ir, hacerlo como corresponde, con guantes, mascarilla y los elementos de higiene pertinentes. Tal como el aislamiento social, ahora es el momento, cuando la realidad está alertando y no sea demasiado tarde.