Editorial

Inversión no es gasto

Competir por precio, como lo hace la gran mayoría de las empresas locales -salvo rarísimas excepciones- puede resultar en la muerte lenta, pero segura, de una organización empresarial.

Por: Editorial Diario Concepción 06 de Marzo 2020
Fotografía: Archivo | Diario Concepción

Un reciente estudio del Ministerio de Economía dejó en evidencia una verdad algo incómoda. La Región del Bío Bío invierte sobre el promedio país en I+D, pero el desempeño en innovación contrasta con el esfuerzo financiero.

En cifras duras, el gasto en I+D el año 2017 (último año medido, se espera este año la nueva encuesta) fue de $53.809 millones de pesos, lo que representó un 0,4% del PIB de la Región, mientras que la inversión del país como un todo está en torno a 0,35% del PIB. La mala noticia es que la tasa de innovación en Bío Bío es de un 11%, versus el 15% del país.

Las autoridades académicas regionales están conscientes del desbalance entre la inversión y sus resultados en I+D. Desde la Universidad de Concepción, se esperan los resultados de la próxima encuesta del Ministerio de Economía, en que se analizan los años 2018-2019, para observar los impactos de grandes esfuerzos realizados en investigación, desarrollo y transferencia tecnológica.

De hecho, hay buenas señales al respecto. Una de ellas es que en la Región del Bío Bío hay mayor inversión en I+D+i por parte de privados. El Estado financia el 52% de ese gasto, monto inferior al promedio nacional, que está en torno al 60%. Ese cofinanciamiento es una muestra del esfuerzo de investigación y desarrollo que se impulsa a través de centros de investigación, universidades, empresas y organismos estatales.

Hay que seguir promoviendo iniciativas que vayan en esa dirección. En los países que han logrado alcanzar el desarrollo es justamente la iniciativa privada quien lidera la inversión en I+D+i. Para convertirlo una realidad en Chile y, especialmente en la Región del Bío Bío, existe un camino por recorrer. Las empresas locales deben convencerse de que invertir en I+D+i puede, en un futuro no muy lejano, hacer la diferencia entre permanecer en el mercado o desaparecer. Competir por precio, como lo hace la gran mayoría de las empresas locales -salvo rarísimas excepciones- puede resultar en la muerte lenta, pero segura, de una organización empresarial. En lo mejor de los casos, el resultado de la decisión de competir por precio -en lugar de la calidad, innovación y otros valores- se refleja en estancamiento, que suele ser la antesala de la debacle. Bío Bío puede más. Sólo hay que asumir compromisos.

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