Precaución, no pánico

Constantemente estaremos expuestos a la amenaza de enfermedades, y más todavía si no se trabaja por eliminar la pobreza y las desigualdades sociales.

Alarma y preocupación mundial, muertes de pacientes, impacto en el crecimiento y hasta efecto directo en las bolsas de valores. Estos son algunos de los coletazos de un nuevo tipo de Coronavirus (Covid-19), que nos ha recordado que estamos sujetos a amenazas globales de salud.

El mundo ha enfrentando pandemias desde siempre. Es el caso de la H1N1 en 2009; brotes graves como el Ébola en África occidental en 2014; emergencia de enfermedades en zonas donde no existían, como difteria en 2017 y 2018 en Yemen. También el riesgo de brotes epidémicos a partir de endemias como la malaria, el chagas o el dengue que, de tiempo en tiempo, vuelven a ser noticia y a generar preocupación global.

Puesto que se ha esparcido en diferentes partes del mundo, hay expectación por la llegada del virus a Chile. Sin embargo, los especialistas han llamado a mantener la calma ante este nuevo virus, el que se puede prevenir a partir de medidas básicas de higiene. Y lo más importante: es clave destruir algunos mitos sobre el Coronavirus. Por ejemplo, respecto a su letalidad, que es de 0,7% (excluyendo el epicentro del brote, en China). Es una cifra considerablemente baja en comparación a otros virus como, por ejemplo, la Viruela o Sarampión. En este brote se ha demostrado que la ocurrencia de transmisión es de persona a persona, principalmente por contacto directo. Es decir, por compartir espacios con algún afectado. No está demostrado, sin embargo, que el virus se puede transmitir a través de objetos.

Lo que sí está comprobado es que constantemente estaremos expuestos a la amenaza de enfermedades, y más todavía si no se trabaja por eliminar la pobreza y las desigualdades sociales, dado que son enfermedades que se originan, se propagan y afectan mayoritariamente a personas y comunidades que viven en la pobreza. La condición socioeconómica influye en las “pandemias” y tenemos como ejemplo las de “transmisión social”, tales como sobrepeso, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

El Coronavirus debe ser materia de preocupación, precaución y cuidado. Pero lo más importante es que mientras aún no logremos salud universal, a escala global, seguiremos de tiempo en tiempo, con distintos agentes o causas, sintiéndonos todos amenazados.