En Bío Bío, se repite el patrón nacional: uno de cada tres adultos está incumpliendo sus compromisos financieros. Pero se desconoce el real endeudamiento con aquellas empresas que no informan a la CMF.
Según el Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central de diciembre pasado, nuestra economía crecería este año entre un 0,5% y 1,5%, lo que ha sido ratificado por organismos internacionales y economistas nacionales. Lo anterior podría tener un efecto que no suele figurar en los debates sobre macroeconomía: la carga financiera de los chilenos, que debería verse afectada.
Y lo preocupante es que la morosidad probablemente va al alza en la medida que las proyecciones se cumplan. En los últimos siete años, el número de chilenos con deudas morosas se triplicó. Eran 1,5 millones al inicio de 2012 -tras el “borronazo” que retiró de los registros a 2,6 millones- y hoy son más de 4,6 millones. Es decir, uno de cada tres adultos no cumple con sus compromisos adeudados. También aumentó el número de deudas impagas por persona y el valor promedio de la morosidad, según los registros de Equifax. A la luz de las cifras, el sobreendeudamiento se ha convertido en una epidemia nacional.
En la Región del Bío Bío, se repite el patrón nacional: uno de cada tres adultos está incumpliendo sus compromisos financieros. La cifra de deudores morosos en Bío Bío llegó a 430 mil personas, con una mora promedio de $1,5 millón. En Lota, más de la mitad (53,9%) de los habitantes mayores de 18 años tiene deudas impagas. Sigue Talcahuano con un 45% y Los Ángeles, con un 41,8%. Hace poco más de 12 meses, las cifras de morosidad en esas comunas no superaban el 36%.
Lo anterior es lo que podríamos llamar la deuda visible, por cuanto los informes toman datos a partir del sistema financiero formal que representa a 33 instituciones financieras, conformadas por bancos, sociedades de apoyo al giro bancario, emisoras de tarjetas de crédito, ocho emisores de tarjetas no bancarias y siete cooperativas de ahorro y crédito, todas supervisadas por la Comisión para el Mercado de Financiero (CMF).
El problema es que hay más. Se desconoce el real endeudamiento de los hogares con aquellas empresas que no informan a la CMF, como algunas cooperativas, parte del retail, empresas dedicadas a la venta de autos, farmacias, supermercados. El alto nivel de endeudamiento de los hogares chilenos es una materia que debe estar en la pauta de programas y políticas de gobierno. Más aún con las señales enviadas por el Banco Central.