Editorial

El nuevo impulso tecnológico para los ferrocarriles

El nuevo servicio de tren de pasajeros Santiago-Chillán, un proyecto más bien modesto, involucra la compra de nuevos trenes , con frecuencia aumentada y consagra, para algún futuro por determinar, la condición de ramales de las ciudades de Concepción y Los Ángeles.

Por: Editorial Diario Concepción 24 de Agosto 2019
Fotografía: Render EFE

No importa el tiempo que pase, la apuesta vanguardista que determinó dejar sólo una muestra de los ferrocarriles chilenos ha probado ser errónea. Los otros medios de transporte no logran desplazar a los trenes y muy por el contrario, en la medida que la tecnología avanza y del mismo modo el respeto por el ambiente, se hace más evidente que la red de ferrocarriles en nuestro país tiene que pensarse de nuevo.

Tal posibilidad tiene larga historia, pero, para no alejarse demasiado, se puede rescatar una declaración, hecha con bastante convencimiento el año 2014, por el en aquel año presidente de EFE, se trataba de una proyección histórica, un auténtico proyecto de Estado que trataría de corregir el resultado de lesa patria con el casi exterminio los ferrocarriles.

Se expresó que la idea de la empresa sería iniciar la construcción de vías para acercar a las personas de distintas capitales regionales con sus respectivas comunas aledañas. “Hay una demanda clara que requiere transporte ferroviario y lo más probable es que salga positivo, en términos de cifras y desde el Estado tengamos que intervenir e invertir en ese proyecto”.

En eso quedamos, al primer análisis se destaca la implementación del tramo Santiago-Concepción, para carga y pasajeros, con una entrada a la Región del Bío Bío por el sector norte. “Si las cifras dan, en términos de inversión y de demanda, de carga y pasajeros, este proyecto lo vamos a desarrollar en los próximos años”. A mayor abundamiento, de ser viable, se ejecutaría en un plazo máximo de cinco años, pues estaba previsto que a fines de 2014 los estudios estuvieran terminados.

La iniciativa más reciente es la intención del Ejecutivo junto a la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, y el intendente de la región de Ñuble, de avanzar en el nuevo servicio modernizado de tren de pasajeros Santiago-Chillán, un proyecto más modesto que involucra la compra de nuevos trenes de última tecnología, inversiones en infraestructura y un nuevo modelo de servicio de operación, con frecuencia aumentada y consagra, para algún futuro por determinar, la condición de ramales de las ciudades de Concepción y Los Ángeles.

Con ese propósito, se abrirá una licitación pública internacional dentro de dos semanas. La Empresa de Ferrocarriles del Estado contempla la compra de seis trenes de última tecnología y servicios interregionales con más o menos estaciones y, según aquello, con un tiempo de traslado de cuatro horas, o tres horas 40 minutos entre Chillán y Santiago.

En el olvido quedó el estudio del Tren Bala, propuesto hace nueve años, uno de tantos otros proyectos que ilusionaron a la ciudadanía que en su momento creyó que tras las palabras había un intención verdadera, sobre todo al pensar que son otros los tiempos y los recursos tecnológicos que hace posible pensar en un medio de transporte que descongestione aeropuertos y carreteras, y acerque a las personas a sus puntos de destino.

Para nuestro país y nuestra región es este un desarrollo pendiente, la unión de las grandes ciudades y de éstas con pueblos cercanos, poner en la balanza, como debió haberse hecho mucho antes, el valor de la mejor integración del territorio, una de las maneras objetivas de avanzar en la descentralización de Chile, usar los recursos de ahora, con la mentalidad visionaria que tuvo nuestro país en el pasado.

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