Editorial

La preocupante polifarmacia de los adultos mayores

Este síndrome se define como el uso de cinco o más medicamentos diarios, ya que, a partir de este número, los riesgos comienzan a aumentar significativamente.

Por: Editorial Diario Concepción 01 de Agosto 2019
Fotografía: Agencia UNO

Para nuestro cultivado hábito de subvalorar lo que tenemos, puede ser sorpresivo enterarse que, según datos de la ONU, Chile está en el lugar 19 de los países mejores para envejecer y el segundo mejor en América Latina, después de Panamá y sobre Uruguay y Costa Rica, de acuerdo con criterios tales como ingresos, servicios de salud, seguridad, entornos favorables, entre otros.

Sin embargo, para mantener esa condición es necesaria una preocupación sostenida ante un escenario progresivamente más demandante. En la actualidad, tenemos aproximadamente una persona mayor de sesenta años por cada diez habitantes. En un periodo relativamente breve, un par de decenios, pertenecerán a ese colectivo, uno de cada cinco chilenos, y se estima que habrá el mismo número de personas muy mayores (>80 años) que niños menores de cinco años.

Transversalmente, el transcurrir por las edades avanzadas tiene la asociación con enfermedades y disfunciones de la más variada naturaleza, justamente por tener la calidad de vida que tenemos, es que los hombres y mujeres de la tercera edad tienen acceso a servicios de salud y, al mismo tiempo, al consumo de diversos medicamentos para otras tantas sintomatologías.

Se instala de esa manera la posibilidad del síndrome de polifarmacia, que puede presentarse por duplicidad de medicamentos para una misma enfermedad, debido a que en ciertas oportunidades las personas mayores consultan a distintos médicos y no tienen el listado completo de todos las medicinas que ya están utilizando, no recuerdan los nombres o el tipo de fármacos que están recibiendo, entre otras. Este síndrome se define como el uso de cinco o más medicamentos diarios, ya que a partir de este número, los riesgos comienzan a aumentar significativamente.

El uso simultáneo de varios medicamentos es una situación frecuente en las personas mayores y corresponde a una problemática habitual en los ancianos, en los mayores, los medicamentos son simuladores de enfermedad, pudiendo alterar exámenes de laboratorios, provocando la aparición de diversos síntomas, que muchas veces son causa de más consultas al médico: pérdidas de memoria, alteraciones de sueño y del ánimo, palpitaciones, caídas, depresión, vértigo, mareos, somnolencia, agitación, etc.

Según publicaciones de la Oficina Sanitaria Panamericana, el uso excesivo, insuficiente o indebido de los medicamentos tiene efectos nocivos para el paciente y constituye un desperdicio de recursos. Más del 50% de los países no aplican políticas básicas para fomentar el uso racional de los medicamentos, de igual manera, en los países en desarrollo, la proporción de pacientes tratados de conformidad con directrices clínicas es inferior al 40% en el sector público y del 30% en el sector privado, una situación que no ha tenido la suficiente cobertura de información o resguardo a pesar de la magnitud de efectos indeseables.

Es un desafío para los centros de salud conocer la realidad terapéutica de cada paciente adulto mayor y buscar formas eficientes de coordinación en las prescripciones, de tal modo que se reduzca el abanico de drogas empleadas, además de mantener una adecuada formación y supervisión de los dispensadores de atención de salud y la educación de los consumidores, aunque nada puede sustituir el cuidado de los mayores por su núcleo familiar, el que debe asumir responsablemente esa ineludible obligación.

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